Al consultar al equipo de Prensa del ex intendente de Tigre y candidato a diputado nacional del Frente de Todos, respondieron a Chequeado que se referían a la fuga de capitales y enviaron una nota periodística que muestra que la Formación de Activos Externos (FAE), medida por el Banco Central, había alcanzado en enero de 2019 más de US$ 59 mil millones. La fuga de capitales es un concepto amplio con distintas formas de medición, pero que cuantifica principalmente los ahorros de argentinos en dólares que salen del sistema financiero nacional o que directamente salen del país (como se explicó en esta nota). La forma más utilizada es la FAE que, durante la gestión de Cambiemos, acumula un resultado peor incluso al que marcó Massa: desde diciembre de 2015 a julio de 2019 -últimos datos disponibles- muestra un resultado negativo de más de US$ 75 mil millones. Pero, ¿qué mide la FAE? Esta metodología tiene en cuenta las inversiones que realizan los argentinos fuera del país, así como los dólares que compran los residentes, aunque estos queden en la Argentina, explicó a Chequeado Magdalena Rua, coautora de un informe sobre fuga de capitales en la Argentina elaborado por el Centro de Economía y Finanzas para el Desarrollo de la Argentina (CEFID-AR). Es decir, la FAE, aunque es la más utilizada para estimar la fuga, no necesariamente muestra que los fondos se fueron del país, como señaló Massa. Hay otras dos mediciones más amplias, que también van en línea con lo marcado por Massa. “El método residual de la Balanza de Pagos considera como fuga a todos los dólares que ingresaron al país y no se sumaron a las reservas del Banco Central, es decir, no ingresaron al sistema financiero nacional”, explicó a Chequeado Leandro Bona, economista del Conicet. Este sería el caso, por ejemplo, de un exportador que cobra una venta al exterior y no deposita esos dólares en el sistema bancario (algo que después de las últimas disposiciones del Gobierno ya no podría hacer). Bona agregó que el tercer método para medir la fuga es una estimación que hace el INDEC mediante la Posición de Inversión Internacional, que “intenta medir el valor de los activos que tienen los argentinos en el extranjero”. Si se toman las otras estimaciones, “la cifra no está alejada de lo que dijo Massa” ya que “los montos son cercanos” a los US$ 60 mil millones mencionados por el candidato a diputado nacional, según sostuvo Rua. Pero, si bien especialmente en 2017 y 2018 la fuga aumentó, los distintos métodos (incluso tomando la FAE mencionada por Massa) muestran que la fuga no es algo nuevo ni propio de la gestión de Cambiemos. Distintos estudios muestran el carácter estructural que tuvo la fuga de capitales en la Argentina en las últimas décadas, como se explicó en esta nota. Según qué estimación se tome, los datos de Cambiemos volvieron a los valores que tenía el kirchnerismo previo al “cepo cambiario” de 2011 o, incluso, la fuga se ubicó por debajo de la de esos años. Tras la asunción de Cambiemos en diciembre de 2015, “la fuga de capitales en los últimos años se aceleró muy fuertemente”, aseguró Rua. Según sus estimaciones, “entre 2016 y 2018 con el método residual de la Balanza de Pagos la fuga alcanza aproximadamente US$ 57 mil millones, según la FAE del sector privado no financiero fue de US$ 59 mil millones y según la Posición de Inversión Internacional del INDEC la fuga fue de US$ 65 mil millones”. Como se ve, las distintas mediciones no son exactamente iguales por tener distintas metodologías, pero la tendencia es la misma y coincide con lo afirmado por Massa. Si bien las estimaciones de Bona son distintas (especialmente en el método residual, por distintas estimaciones en la facturación del comercio exterior), el especialista coincidió en que la cifra marcada por Massa es “razonable” y sostuvo que “en general las tres mediciones son bastante similares”. (Chequeado)