El petrolero iraní "Adrian Darya 1", anteriormente llamado "Grace 1", que transportaba 2,1 millones de barriles de crudo por un valor de 140 millones de dólares, fue detenido el 4 de julio frente a las costas de Gibraltar por sospechas de que transportaba crudo hacia Siria. El 18 de agosto, las autoridades británicas le dieron permiso de zarpar, pese a que Estados Unidos había pedido que se alargase su detención, después de que Irán se comprometiera sobre el destino de su carga. "Irán dio reiteradas garantías al gobierno de Gibraltar de que el 'Grace 1/Adrian Darya 1' no entregaría petróleo a ninguna entidad sancionada por la Unión Europea en Siria, ni en ningún otro lugar", recordó el ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado. Pero, "ahora está claro que Irán ha violado esas garantías y que el petróleo fue transferido a Siria", agregó, precisando que el canciller británico, Dominic Raab, convocó este martes al embajador iraní en Londres para pedir explicaciones. En palabras de Raab, "esta venta de petróleo al brutal régimen de Asad es parte de un patrón de comportamiento del gobierno de Irán, diseñado para perturbar la seguridad regional". Éste incluye, afirmó, "el suministro ilegal de armas a los insurgentes hutíes en Yemen, el apoyo a los terroristas de Hezbolá y más recientemente sus intentos de secuestrar barcos comerciales que navegan por el Golfo". (AFP)