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La razón de este estudio radica en que los hijos criados por madres solteras maduran más rápido debido a la ausencia de un padre, pues les deja una gran enseñanza que ayuda a forjar el carácter de los hijos, volviéndolos mucho más fuertes emocionalmente y los acostumbra a luchar por sus metas y encamina al éxito.
Los investigadores concluyeron que el hogar sostenido por la madre puede generar una mentalidad positiva, ya que se convierte en el ejemplo principal de los hijos. Sin embargo, si los niños viven un conflicto familiar, como un divorcio, es cuando su desarrollo emocional se ve comprometido.
Además los expertos consiguieron relacionar esta situación con la responsabilidad, ya que los niños comienzan a involucrarse mucho más en las labores y tareas del hogar. (Fuente: La Prensa Gráfica / El Salvador / GDA)