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Y aunque muchas pueden sanar al día siguiente, algunas pueden ser difíciles de aliviar, tardando semanas en desaparecer el dolor. Sí es así, usa nuestros 5 consejos para tratarlas, e incluso te servirán para prevenirlas.
1. Hidratación
El 76% del peso en tus músculos, es agua. Por eso es importante la hidratación para prevenir y tratar las contracturas. Y si vas a darte masajes, tomar abundante agua antes, es una buena opción.
2. Masajes
Puedes acudir a quiromasajistas, osteópatas, fisioterapeutas… estos especialistas te ayudarán, de diversas maneras a atacar las contracturas, para así devolver el bienestar a tu cuerpo.
3. Dile no al estrés
El estrés y la ansiedad pueden causar muchas de tus contracturas musculares. Debes tratar de relajar el cuerpo, y no ejercer tensión innecesaria que luego se convertirá en contractura.
4. Buena alimentación
La estabilidad en la salud se fundamenta principalmente en la alimentación, pero sobre todo, presta atención al potasio. Un bajo nivel de este mineral trunca la relajación muscular, promoviendo la rigidez en los nervios.
5. Corrección de la postura
No optes por posturas encorvadas: al sentarte, al caminar, mientras trabajas. Los estiramientos y el yoga también son buenos para prevenir las contracturas. Te ayudan a enderezar el cuerpo, y a controlar la respiración, para así contribuir en la buena oxigenación de los músculos.
La rigidez muscular puede ser dolorosa, pero se puede curar, no te preocupes. Recuerda que además de todo esto, debes descansar, no forzar la zona afectada para que los músculos cumplan su proceso de distensión.