Son 90 mil, es la fuerza más grande de la Argentina”, señaló la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, en una entrevista con el programa “Periodismo Para Todos”, conducido por Jorge Lanata. ¿Qué muestran los datos? Desde la Auditoría de Asuntos Internos de la fuerza señalaron a Chequeado que desde el 10 de diciembre de 2015, cuando Vidal asumió en la Gobernación, fueron apartados 12.955 policías, es decir que no continuaron su trabajo en la fuerza mientras se los investigaba, aunque estas suspensiones son temporales. Señalaron, además, que se iniciaron casi 35 mil sumarios contra policías, fueron exonerados (es decir, expulsados de la fuerza) 1.900, y detenidos más de 900. ¿Qué significa cada categoría? La legislación provincial sobre el régimen disciplinario de la policía describe cuatro tipo de sanciones:  el apercibimiento, que es un llamado de atención por escrito;  la suspensión sin goce de haberes, que implica la pérdida del sueldo temporal, pero no del estado policial, y que tiene una duración máxima de 60 días;  la cesantía, con la cual se echa a la persona de forma definitiva de la fuerza a la que no puede ser reincorporado, pero sí puede pedir su rehabilitación para trabajar en otros ámbitos de la Administración Pública Provincial. Tiene que ser resuelto el auditor general de Asuntos Internos, luego de una investigación administrativa;  la exoneración, en la que también se lo expulsa permanentemente, y no puede trabajar en ninguna repartición de la Administración Pública Provincial. Al igual que la cesantía, tiene que ser dispuesta por el auditor general de Asuntos Internos. Los datos que el Ministerio de Seguridad provincial publica y actualiza periódicamente refiere al número de exonerados y cesanteados, es decir expulsados de la fuerza. Según esta base de datos, desde el 10 de diciembre de 2015 hasta fines de enero de 2019 se resolvieron 1.561 cesantías y exoneraciones. La base permite hacer una clasificación de los motivos. La categoría que más se repite es “Corrupción”: 709 policías fueron separados definitivamente de la fuerza por este motivo. Le sigue “Abandono de servicio” (355); “Violencia policial” (159), “Irregularidades funcionales graves en dependencias” (114) y “Violencia de género y/o familiar”, mientras que 118 fueron clasificados como “Otros”. De acuerdo con los datos actualizados a junio de 2019, informados por Asuntos Internos a Chequeado, hoy el número sería de 1.900. En cuanto los 13 mil apartados, no se trata de casos de policías expulsados de la fuerza. Esa categoría no es una sanción, dado que en realidad es una decisión temporal que se implementa mientras se lleva adelante una investigación, antes de que se defina si se debe aplicar alguna de las sanciones. La desafectación es una medida cautelar que prevé la Ley de Personal de la policía provincial. Tiene un plazo máximo de 60 días (prorrogables por única vez por otros 60 días) y puede significar la retención de un porcentaje de su sueldo y el retiro de la credencial, uniforme y armamento. Pero los desafectados siguen formando parte de la fuerza. “Lo que se entiende por apartado no tiene que ver con la sanción, sino con el estado que reviste el policía, que puede encontrarse activo, en disponibilidad, retirado, convocado o desafectado (apartado de manera temporal)”, señaló a Chequeado María Eugenia Carrasco, consultora en seguridad ciudadana, quien indicó en que la desafectación puede ser dispuesta cuando hay una investigación penal por un delito no excarcelable o un sumario administrativo en curso. “Que sea desafectado no significa que no vuelva a revestir la calidad de activo. Queda a la espera del resultado de la causa o sumario”, agregó Carrasco. “Dada la diferencia entre la cantidad de apartados que se enuncian y de cesantes y exonerados que surge del registro público, es altamente probable que muchos de esos 12 o 13 mil policías que señalan luego hayan vuelto a estar en actividad”, advirtió. (Chequeado)