La gran preocupación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, luego de su visita de tres días al país, es la persistencia en los asesinatos de líderes sociales y excombatientes de las Farc que están en proceso de reincorporación a la vida civil. Así lo expresó Gustavo Meza-Cuadra, embajador de Perú ante la Onu y líder de la visita, en medio de una rueda de prensa que ofrecieron los integrantes de la delegación luego de visitar el Espacio Territorial del Capacitación y Reincorporación de Caldono (Cauca). El pasado 11 de julio llegaron a Colombia los delegados de los 15 países que componen el Consejo de Seguridad de la ONU. Su misión era verificar la implementación del Acuerdo de paz que en noviembre de 2016 suscribieron el Estado y las Farc. Es la segunda vez que esa instancia del organismo multilateral visita el país después de la firma del proceso de paz. Esta vez estuvieron presentes diplomáticos de Perú, Reino Unido, China, Francia, Rusia, Estados Unidos, Bélgica, Costa de Marfil, República Dominicana, Guinea Ecuatorial, Alemania, Indonesia, Kuwait, Polonia, África del Sur. La situación de los defensores de derechos humanos en Colombia es alarmante. Entre el 1 de enero de 2016 y el 28 de febrero de 2019 fueron asesinados 462 líderes sociales, según la Defensoría del Pueblo. Adicional a eso, Carlos Negret, defensor del Pueblo, dio a conocer que hay 983 líderes amenazados de muerte. También es dramática la persecución contra exguerrilleros de las Farc. Hasta la fecha se han registrado 136 homicidios de excombatientes, 35 de sus familiares y 11 desapariciones forzadas. Eso fundamenta la preocupación del Consejo de Seguridad. La delegación de ese organismo habló con la Comisión de Paz del Congreso, con las directivas del partido Farc, con el presidente Iván Duque y varios de sus funcionarios, con excombatientes de la guerrilla y con líderes sociales. “Este proceso de paz cuenta con todo el apoyo del Consejo de Seguridad”, enfatizó Jonathan Guy, embajador de Reino Unido ante la Onu. La última parada de los diplomáticos antes de dar por terminada la visita fue en el Etcr de Caldono (Cauca). Allí visitaron un cultivo de tomate de árbol de los excombatientes que ya está en fase de producción de esa fruta. En esa zona hay 232 exguerrilleros. “Es un ejemplo porque vimos cómo los excombatientes están reintegrándose”, dijo Gustavo Meza-Cuadra. “Se nota cada vez más pujante en iniciativas de tipo comunitario, económico”, complementó. El Consejero Presidencial para la Estabilización y la Consolidación, Emilio Archila, leyó la visita como “un gran espaldarazo” para la labor del gobierno en cuanto a la implementación del Acuerdo de Paz. Sobre los asesinatos de líderes sociales y excombatientes aseguró: “Estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance”. Por su parte, Guy recordó la importancia histórica que tiene el Acuerdo de Paz suscrito entre el Estado y la exguerrilla en noviembre de 2016: “Este proceso de paz no sólo es importante para Colombia, sino también para la región y el mundo”, concluyó. (EE)