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Santirch, cuyo nombre es Seuxis Paucias Hernández Solarte, abandonaba la prisión de La Picota en Bogotá en medio de un enorme despliegue de seguridad cuando volvió a ser detenido.
La liberación de Santrich había sido ordenada por una controversial decisión de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Sin embargo, la Fiscalía informó, unos minutos después de la recaptura, que obtuvo nuevas evidencias en contra del excomandante de las FARC por lo que dispuso su captura por nuevos delitos.
El exguerrillero fue trasladado en helicóptero para ser presentado ante los fiscales que atenderán el nuevo caso en su contra.
"Se han incorporado nuevas evidencias y elementos de prueba que dan cuenta con claridad de las circunstancias de tiempo, modo y lugar de las presuntas conductas de concierto para delinquir con fines de narcotráfico y narcotráfico atribuidas a Hernández Solarte", señala el comunicado de la Fiscalía.
Del miércoles al viernes
La resolución de la JEP para liberar a Santrich, emitida el miércoles pasado, provocó la inmediata renuncia del fiscal general de Colombia, Néstor Humberto Martínez, y desató una crisis política en Colombia.
La Jurisdicción Especial para la Paz es un modelo de justicia transicional que nació gracias al acuerdo de paz firmado en 2016 destinado a juzgar los crímenes cometidos durante el conflicto armado con las FARC por parte de militares, civiles y guerrilleros.
Santrich fue uno de los desmovilizados que se sometió a la JEP y por ello él y sus partidarios señalan que no puede ser juzgado en tribunales ordinarios.
El exguerrillero fue arrestado por primera vez en abril de 2018 acusado de conspiración para traficar drogas a Estados Unidos, país que reclama su extradición.
Cuando la justicia especial dispuso su liberación, todo hacía suponer que la excarcelación era inminente e incluso sus copartidarios lo esperaban en la sede del ahora partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.
Finalmente, la salida de Santrich de La Picota duró menos de 20 minutos, hasta que se ejecutó la nueva orden de captura sustentada por fiscales adscritos a la Dirección Especializada contra el Narcotráfico.
Después de lo sucedido, a través de un comunicado, la JEP hizo saber que las nuevas pruebas de las que habla la Fiscalía no fueron puestas a su conocimiento.
"La JEP, como Tribunal de Justicia Transicional, actuó en el caso Hernández Solarte como garante del proceso de paz, apegado a la juridicidad y no ha sido ella la que eventualmente propicie la crisis del proceso de paz", concluye el comunicado.
Por su parte, el líder del partido FARC, Rodrigo Londoño condenó lo sucedido y anunció que la plana mayor de su movimiento se reunirá el sábado.
"No paran las puñaladas a la paz, con odio hacen trizas lo acordado", escribió el excomandante en su cuenta de Twitter.