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Tras días de silencio desde que el presidente de Estados Unidos impusiera el pasado viernes nuevos aranceles por más US$200.000 millones a productos chinos, los medios de la nación asiática -controlados por el Estado- han respondido esta semana con una inusual campaña contra la guerra comercial con Washington.
En una serie de editoriales y artículos de opinión, diarios y televisoras se volcaron a recordar el heroico pasado de China para asegurar que el país resistiría, una vez más, las presiones, la "avaricia" y la "arrogancia" de EE.UU.
"Toda China y su pueblo están siendo amenazados. Para nosotros, esto es una verdadera 'guerra del pueblo'", afirmaba un editorial publicado por la agencia Xinhua y el Diario del Pueblo, portavoz del Partido Comunista.
En otra declaración leída en el noticiero estelar de la televisora CCTV se aseguraba que China lucharía "por un nuevo mundo" y "hasta el final", mientras se restaba importancia a los nuevos aranceles.
"Después de 5.000 años de viento y lluvia, qué no ha resistido la nación china", afirmó emocionado el locutor.
Por su parte, el diario Global Times, la voz del gobierno chino en inglés, acusó al gobierno de Trump de engañar a los estadounidenses sobre quiénes eran las verdaderas víctimas de los aranceles y comparó las medidas de Trump con aplastar balas.
"Causarán muchos daños autoinfligidos y son difíciles de sostener a largo plazo. China, por otro lado, va a apuntar con precisión, tratando de evitar lastimarse", indicó el texto.
Mientras, en las redes sociales chinas, el tema de la guerra comercial también se ganaba espacios, memes, posters y comentarios patrióticos.
El comunicado de CCTV fue uno de los más vistos el martes en Weibo (una especie de Twitter chino), mientras una foto en la que se requería a los turistas estadounidenses pagar un 25% más en impuestos fue de las más compartidas.
Posters de militares chinos venciendo a invasores estadounidenses también comenzaron a circular, entre llamados a "comer tilapia" china, un producto nacional, para mitigar los efectos de "la guerra de Estados Unidos".
Según BBC Monitoring, el servicio de monitoreo de medios de la BBC, hasta la semana pasada, la prensa estatal china apenas había mencionado las tensiones comerciales entre Washington y Pekín.
En cambio, se hablaba de "buenas noticias" para la economía nacional, de cómo había resistido los embates globales… y de cómo lo seguirían haciendo.
¿Qué pasó entonces?
El aluvión de artículos y comentarios de corte nacionalista sucedió el lunes al anunció de Pekín de que respondería a la medida del gobierno de Trump con nuevos aranceles sobre productos estadounidenses por unos US$60.000 millonesa partir del 1 de junio.
"Los medios de comunicación chinos estuvieron callados por unos días mientras el liderazgo principal sopesaba cómo responder", comenta a BBC Mundo Bonnie Glaser, directora del Proyecto de Poder Chino del Centro de Estudios Internacionales y Estratégico (CSIS).
De acuerdo con la experta, las deliberaciones condujeron a una defensa nacionalista y contundente del sistema, y a insistir en que China no cedería ante la presión extranjera.
"El liderazgo, obviamente, percibe que es vulnerable a la crítica pública y está tratando de aislarse de una acusación de que China hizo concesiones bajo presión. La economía está estrechamente vinculada a la política tanto en Estados Unidos como en China", señala Glaser.
Y es que, según los expertos consultados por BBC Mundo, la forma en la que China presenta a su población la guerra comercial con Estados Unidos no solo busca recabar apoyo para la cruzada y por el posible impacto que tendrá en su economía.
Busca influir, también. Defender de potenciales cuestionamientos al gobierno del presidente Xi Jinping y al rol del Partido Comunista.
"Se tiene que mostrar que Xi está a cargo en este tema; que, como hizo Mao Zedong a menudo, él también sacará provecho de una mala situación", explica a BBC Mundo Anne-Marie Brady, experta en temas chinos de la Universidad de Canterbury, en Nueva Zelanda.
"La respuesta nacionalista presentada en los medios dirigidos por el Partido Comunista apunta a estimular el apoyo popular a Xi, uniendo a la población china contra las 'fuerzas extranjeras hostiles'", agrega.
Xi, bajo la mira
Desde que Xi abolió el límite temporal de su presidencia el año pasado, los noticias sobre descontentos con el gobierno han cruzado las fronteras de China.
Sus críticos han denunciado que está concentrando aún más el poder y que ha promovido una campaña de culto a su personalidad que no se veía desde los tiempos de Mao.
El mandatario también ha estado bajo la mira de la comunidad internacional por las denuncias sobre sistemas de vigilancia masiva de la población, las quejas de los trabajadores por jornadas laborales desmedidas y las detenciones y encarcelamiento de la minoría musulmana china en campos de detención en Xinjiang.
La cruzada de Estados Unidos ha llevado también a presiones sobre diferentes países para que rechacen las inversiones en alta tecnología china, principalmente la 5G, que tuvo uno de sus climas en el caso del gigante telefónico Huawei y la encarcelación en Canadá de su directora financiera, Meng Wanzhou.