"El primer ministro [Gabriel Attal] presentó la dimisión de su gobierno al presidente [de Francia, Emmanuel Macron], quien la aceptó. Gabriel Attal, junto con los miembros del Gobierno, gestionará los asuntos actuales hasta el nombramiento de un nuevo Gobierno", anunció el canal BFM TV, citando al Palacio del Elíseo.
Attal presentó su dimisión a Macron el pasado 8 de julio tras conocerse los resultados preliminares de la segunda vuelta de las parlamentarias, que mostraron una sorprendente victoria de la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP), pero el presidente no la aceptó entonces alegando la necesidad de garantizar la estabilidad en el país. La coalición NFP superó todas las expectativas y obtuvo 182 de los 577 escaños en la Asamblea Nacional, según los datos del Ministerio del Interior.
El segundo lugar lo ocupó la coalición Juntos, de Macron, que consiguió 168 escaños, también por encima de las previsiones. La ultraderechista Agrupación Nacional, a la que las encuestas de intención de voto auguraban de 175 a 205 escaños, quedó relegada al tercer lugar con 143.
El líder de la Francia Insumisa, Jean Luc Melenchon, al dirigirse a sus partidarios, declaró que Macron debe reconocer la derrota sufrida en las elecciones, destituir a Attal y permitir a la coalición izquierdista formar un nuevo gabinete.
Según el político, la Izquierda está preparada para realizar su propio programa político y descarta formar una unión con los opositores de la coalición de Macron.
La deuda pública privó a Francia de un margen de maniobra financiera, dejándola sin espacio para desarrollar sectores sociales importantes como la educación y la seguridad, declaró el primer presidente del Tribunal de Cuentas del país, Pierre Moscovici.
"Ya estamos pagando 52.000 millones [de euros] para su reembolso [de la deuda pública]. Pagaremos 80.000 millones para reembolsarla en 2027. Esto significa que ya no hay margen de maniobra para hacer otras cosas: la educación, la justicia, la seguridad y la financiación de la transición ecológica", comentó Moscovici a la emisora de radio France Inter.
Pidió también al futuro Gobierno, sea el que sea, que se ocupe del presupuesto del Estado y trabaje para reducir la deuda nacional.
Según Moscovici, la deuda pública del país asciende actualmente a 3,1 billones de euros y aumentará a unos 3,6 billones para el año 2027.