Unos investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Texas en Austin, en Estados Unidos ambas instituciones, han dado un paso importante para hacer realidad esa idea al demostrar la primera impresora 3D de bolsillo basada en un solo chip.
Este prototipo, por ahora pensado solo para demostrar la viabilidad del concepto, consta de un único chip fotónico a escala milimétrica que emite haces de luz reconfigurables en un pozo de resina que se endurece cuando la luz incide sobre él, hasta adquirir una forma sólida.
El chip de prueba no tiene piezas móviles, sino que se basa en un conjunto de diminutas antenas ópticas para dirigir un haz de luz. El haz se proyecta en una resina líquida diseñada para endurecerse rápidamente cuando se expone a la longitud de onda del haz de luz visible.
El avance es obra de un equipo encabezado por Sabrina Corsetti del MIT.
A largo plazo, el concepto de diseño ahora probado de manera simplificada debería permitir un sistema en el que un chip fotónico instalado en el fondo de un tubo de resina emita un holograma 3D de luz visible, formando y solidificando un objeto entero en un solo paso.
Este tipo de impresora 3D portátil podría tener muchas aplicaciones, como permitir a los cirujanos crear con la máxima rapidez posible piezas protésicas a medida en el propio quirófano.
"Este sistema está replanteando por completo lo que es una impresora 3D. Ya no es una gran caja anclada en una mesa de un laboratorio creando objetos, sino algo portátil que puede sostenerse en una mano", destaca Jelena Notaros, del MIT y miembro del equipo de investigación y desarrollo.
Corsetti, Notaros y sus colegas exponen los detalles técnicos de su nueva clase de impresora 3D en la revista académica Light: Science & Applications, bajo el título “Silicon-photonics-enabled chip-based 3D printer”. (Fuente: NCYT de Amazings)