El Gobierno confirmó hoy otra decisión que apunta a desburocratizar la importación de mercadería, reducir costos y facilitar el ingreso de productos al país. Se trata de una nueva norma que libera del “canal rojo” de la Aduana a bienes de los rubros textiles y calzados, que fue confirmada hoy en el Boletín Oficial.
La decisión se da en un momento en el que el ministro de Economía, Luis Caputo, mantiene disputas con diversos sectores porque consideran que aumentaron por demás los precios. Hoy, por caso, cargó contra las empresas de medicina prepaga.
En concreto, se eliminó el requisito de obligatoriedad que algunos productos de estos sectores tenían de atravesar el llamado “canal rojo normativo” en la Aduana, que implicaba la obligatoriedad de pasar por el nivel de control y revisión más exhaustivo al ingreso al país.
Entre otras pautas, ese esquema establece una inspección de control documental y físico de todos los bienes alcanzados por esta regla. Con la medida, cuya letra chica quedó plasmada en las resoluciones 154/2024 y 112/2024, la actual gestión también apuntó contra la administración del exministro Sergio Massa, que había endurecido este esquema para el ingreso de mercadería al país.
“La utilización del canal rojo como una traba a las importaciones fue impuesta por la gestión anterior del Ministerio de Economía”, sostuvieron desde el Gobierno en un comunicado.
Según indicaron desde Hacienda, la obligatoriedad de estos controles aduaneros “generaban costos y demoras para las empresas importadoras” por su carácter exhaustivo y los plazos requeridos. Al eliminar este requisito, se libera a las firmas “de un costoso gasto de importación, ya que el despacho por contenedor se reduce en US$1200”, estimaron fuentes oficiales, que creen que, en promedio, el ahorro por contenedor es de aproximadamente del 2,5% de la mercadería despachada.
Para Juan Carlos Hallak, exdirector de la Comisión Nacional de Comercio Exterior (2006-2019) durante la gestión de Mauricio Macri, se trata de una “buena medida” que implica una “facilitación” para la importación de los sectores afectados. “Lo que se busca es en gran parte evitar posibles trabas. Esto establecía que todo tenía que ser “canal rojo”, y donde vos tenés un espacio donde le das un poder a la Aduana para controlar algo, eso se puede volver una pesadilla, porque hay discrecionalidades y muchos problemas que pueden ocurrir”, dice el economista, quien completó su doctorado en Harvard (Estados Unidos).
“El problema es que, ante la amenaza de una inspección o cuestionamiento, ese es el poder para que, como pasa con algunos en la Aduana, y es algo sobre lo que se quejan las empresas, se exijan otras cosas por otro lado. Y cuanto menos poder de hacer eso existe, es una facilitación. Y para un producto con antidumping o reglamento técnico, si ya había cumplido los requisitos y que está establecido que tiene que pagar más, es innecesario pasar obligatoriamente por el canal rojo”, agrega el analista.
Según indicaron desde el Gobierno, la medida apunta a eliminar “trámites innecesarios” y busca “simplificar el proceso de importación”, y se suma a otras decisiones que redujeron requisitos y trámites para el comercio exterior y las ventas internas en el país. Esto “colabora con los objetivos asumidos por el Gobierno en la desburocratización de la gestión económica como pilar fundamental para lograr una administración más eficiente y ágil”, indican en el Gobierno.
La medida, que ya entró en vigencia, modifica los requisitos para el ingreso de mercadería del exterior.
En la Aduana, se establecen tres instancias de revisión, denominadas canal verde, naranja y rojo, a partir de la revisión, formularios requeridos, facturas, constancia, autorizaciones y otra documentación. Y hasta acá, algunos rubros (que se excluyen a partir de ahora) estaban dirigidos obligatoriamente al canal más exhaustivo (rojo), con reclamos de empresas y despachantes por los mayores costos y demoras en la entrega de la mercadería.
Algunos de los rubros alcanzados eran textiles, calzado y otros productos protegidos por medidas antidumping. En concreto, se exigía “canal rojo” en la Aduana a prendas de ropa terminada como a hilados, tejidos o confecciones para la producción local. En tanto, el conjunto de productos alcanzados por medidas antidumping incluía, entre otros, a radiadores, equipos de aire acondicionado, ventiladores, cubiertos, termos, calderas y cubiertos.
A partir de ahora, todos estos rubros ingresan al esquema general, y cada importación “quedará sometida a la verificación aleatoria que establece la Aduana para todo el universo arancelario”, informaron desde el Gobierno.
De acuerdo con estimaciones oficiales, esta medida permite eliminar un 36% de las operaciones de importación que ingresaban al ‘canal rojo’ de Aduana, que representan un 7% del total de importaciones que ingresan al país. (La Nación por Esteban Lafuente)