De los 16 principales impuestos nacionales que representan la mayor parte de los ingresos del Estado, hubo solamente dos que no cayeron el mes pasado y evitaron ser arrastrados por la recesión económica. Se trata de los derechos de exportación (retenciones) y el impuesto PAIS, que grava la compra de moneda extranjera. Para disgusto de los gobernadores, se trata de los dos únicos tributos que solo tienen como destino el Tesoro Nacional.

Los números de recaudación tributaria al final del primer trimestre arrojan otra evidencia que puede resultar problemática para el Gobierno. Sucede que los dos impuestos que se sostienen en positivo deberían desaparecer (es el caso del tributo que pesa sobre la compra de dólares) o disminuir -las retenciones-, según la promesa y el modelo que propone Milei.

Esta situación fiscal es la que está detrás de la discusión entre la gestión de Javier Milei y los gobiernos provinciales, por la incorporación de una ley fiscal que ayude a mejorar la recaudación de las provincias.

Según datos del economista Fernando Marull, mientras que la recaudación de la administración nacional cayó 9% en términos reales en marzo, la recaudación que se coparticipa con las provincias se desplomó 23%.

Esta dinámica se sintió en todo el primer trimestre del año, donde mientras que Nación casi no tuvo una caída en la recaudación, lo destinado a las provincias se contrajo 16% en términos reales.

“Los ingresos de las provincias caen por tres factores. En primer lugar, porque cae la recaudación de la coparticipación (que no incluye impuesto PAIS, ni retenciones). En segundo lugar, por la recesión, ya que la menor actividad impacta en el impuesto a los Ingresos Brutos. Por último, el Gobierno cortó a cero las transferencias discrecionales”, dijo Marull, director de FMyA.

Las provincias más afectadas por esta situación son La Rioja, Jujuy, Chaco, Misiones, Formosa y Santiago del Estero, que son las provincias que más dependían de las transferencias discrecionales de Nación con relación al total de sus ingresos, según Marull.

En el sentido opuesto, las que menos afectación tienen son la Ciudad de Buenos Aires, Chubut, San Luis y Neuquén.

En concreto, mientras que la recaudación en marzo cayó alrededor de 16% en términos reales (estimando una inflación de 13% en marzo), el ingreso por el impuesto PAIS aumentó 320% (gracias a que se amplió la base imponible y se subió la alícuota) y los derechos de exportación crecieron 63% (gracias al mejor tipo de cambio).

“Las provincias no pueden compensar la caída real que perciben con otros tributos, como hace Nación a través del impuesto PAIS y los de comercio exterior”, dijo la consultora Outlier.

El economista Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma, señala que incluso cae lo recaudado por las importaciones y por los combustibles, pese a que Economía subió el monto fijo del impuesto.

“Esto hace que la caída real de la recaudación que captura el sector público nacional esté más amortiguada que la baja real de la recaudación de las provincias. En los hechos, los gobernadores están recibiendo muchos menos recursos en términos reales, pero a las provincias no les cambiaron sus potestades de gasto”, dijo Caamaño.

“No creo que el impuesto PAIS se tenga que coparticipar, pero hay una discusión respecto al gasto. La Nación está ejecutando menos obra pública y está girando menos transferencias discrecionales, y encima cae en términos reales la recaudación de las provincias, cuando tienen las mismas obligaciones de gasto. El Gobierno dice a las provincias que ajusten, pero para los gobernadores es más complicado hacerlo porque el grueso del gasto son salarios, salud, educación y seguridad interior. La Nación puede ajustar no pagando subsidios”, agregó el economista.

Según los datos de la AFIP, la recaudación en marzo subió 230,6% interanual, pero significa una caída de 14,8% en términos reales (asumiendo una inflación de 11% en marzo), según la consultora 1816. “El impuesto PAIS fue el 9% de la recaudación total y, excluyendo ese tributo, la caída real interanual fue 21%. En marzo siguió creciendo la participación de los impuestos vinculados al tipo de cambio en la recaudación, en especial el impuesto PAIS. La recaudación de Ganancias se destruyó 39,1% real (en parte por la enorme reducción de los gravámenes a asalariados), mientras que el IVA, que en febrero había crecido por encima de la inflación, se desplomó 14,3% real (el IVA-DGI cayó aún más, 18,3%)”, dijo la consultora 1816. (La Nación por Sofía Diamante)