Sergio Massa envió al Congreso la Ley de Presupuesto 2024 con la que busca avanzar en una consolidación fiscal que reduzca el déficit fiscal primario del Sector Público Nacional (SPN) a 0,9% del PIB en base caja, tal y como está acordado con el FMI. La “ley de leyes”, que Alberto Fernández firmó antes de partir para Cuba, fue acompañada por una separata para quitar exenciones tributarias y otros beneficios impositivos por hasta 4,7% del PIB. “Si el Congreso acompaña, podemos llegar a un superávit del 1% el año próximo”, aseguraron en el Palacio de Hacienda.
La separata contempla la eliminación de regímenes especiales como el de producción de Tierra de Fuego, el de ajuste por inflación, la exención de ganancias para los funcionarios de Poder Judicial, la de bienes personales sobre inmuebles rurales nacionales o de argentinos en el exterior, el IVA deducible para directores de empresas, entre otros. De esta forma, con una revisión parcial por menos de la mitad del costo impositivo, el Gobierno cree que se podrían sumar 2 puntos adicionales del PIB para avanzar en la consolidación fiscal necesaria para una baja acelerada de la inflación.
Al fin y al cabo, de la mano de medidas de compensación con las que paliar el costo fiscal de los anuncios de recomposición de los ingresos de esta semana, Massa apunta a cumplir con el objetivo de 1,9% del PIB de déficit fiscal primario. Entre ellos, en el entorno del ministro apuntaron que habrá un nuevo redireccionamiento de los subsidios energéticos, un recorte de las transferencias y una revisión del gasto de capital.
En efecto, para 2024, el Presupuesto enviado postula una baja de la inflación punta a punta al 70% respecto del 135% con el que en Economía creen que cerrará este año. “Con un presupuesto equilibrado desaparece la necesidad de emitir para financiar al Tesoro, insumo necesario para bajar sustantivamente la inflación”, aseguraron en Economía. Además, prevé que el dólar oficial llegue al 15 de noviembre a $350 y que se deslice a un ritmo del 3,2% mensual “retomando un crawl moderado sujeto a la inflación” para cerrar en diciembre en $367. A fin de 2024 proyectan que llegue a los $600, con un avance interanual del 63,5%, es decir, por debajo de la inflación del año y usando al tipo de cambio mayorista como ancla. De momento, el mercado se está cubriendo en Rofex de un dólar oficial de $630 a diciembre, pero de este año.
Así y todo, en el entorno del ministro apuntaron que las cifras de inflación fueron proyectadas “con cierta cautela” porque la evolución de esta variable está “expuesto al cambio electoral”.
En tanto, ya sin la sequía y por efecto del incremento en la actividad agraria y agroindustrial, el Gobierno espera que el PIB rebote 2,7% en 2024, lo justo y necesario para compensar la caída del 2,5% con la que, estiman, cerrará 2023. No así, el PIB per cápita, que acumulará entre este año y el próximo una retracción adicional del 1%.
En síntesis, el Presupuesto enviado prevé que la reducción del déficit sea producto de un incremento de los ingresos primarios del fisco de 0,7 puntos del PIB y no de un recorte del gasto. Puntualmente, la normativa prevé un aumento de la recaudación del 111% nominal en el promedio anual (frente a una inflación promedio del 90%), gracias a la recuperación de las exportaciones del orden de los USD20.000 millones y los UD25.000 millones, mientras que los gastos primarios subirán 93%. En tanto, el costo del servicio de la deuda asciende a 1,8 puntos del PIB. Así, el déficit financiero o total llegará al 3,5% del PIB.
Cabe remarcar que la Ley de Presupuesto no contempla ni la quita del impuesto a las Ganancias que el Ejecutivo mandó al Congreso la semana pasada -y que volverá a regir en diciembre alcanzando a salarios y aguinaldos- ni una marcha atrás con las últimas modificaciones sobre el impuesto PAIS. Por caso, en este tributo en 2024 representará 0,4% del PIB, sumándose a la lista de tributos que nacieron de forma transitoria para luego perdura; y el blanqueo supondrá otro impulso a la recuperación del ingreso “potenciado por el convenio de intercambio de información fiscal con los Estados Unidos que ya nos permitió identificar a contribuyentes con bienes en el exterior”, señalaron.
Mientras que, por el lado del gasto supondrá un reordenamiento de los pesos relativos de las partidas en favor de los salarios y las jubilaciones y, sobre todo, un aumento en términos reales del 4% del gasto en seguridad social. En sentido contrario, el gasto de capital (infraestructura) no llegará a equiparar al de 2023, las transferencias a las provincias seguirán siendo una de las variables de ajuste y también un límite a los subsidios tarifarios para que no excedan 1,4% del PIB.
Por el momento, en el Ministerio de Economía dan por descontado que el Proyecto, ingresado este viernes conforme a la exigencia legal, no será tratado en el Congreso hasta después del 22 de octubre. En esto, existe un acuerdo entre el massismo y el equipo de La Libertad Avanza respecto de que la “ley de leyes “ deberá votarse respetando la composición del Poder Legislativo que resulte de las urnas. (BAE por Marcia Dell´Oca)