En total, la deuda por tarjetas de crédito llega a los 986.000 millones de dólares, un incremento de 250.000 millones de dólares tan solo en los últimos dos años, según datos de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Sin embargo, consultoras como WalletHub estiman que, hasta finales de 2022, la cifra de deuda era de 1,2 billones de dólares, lo que significa que, en promedio, cada hogar estadounidense tiene una deuda de 10.000 dólares.
Tomando en cuenta que la tasa de interés medio es del 24%, con un pago de 250 dólares al mes, un estadounidense liquidaría su deuda hasta 2030, con un pago acumulado de 20.318 dólares, es decir, más del doble de la deuda promedio adquirida, de acuerdo con un artículo publicado por el medio The Hill.
"El gasto funciona sin parar ahora. Antes pensábamos que gastar cosas con nuestra tarjeta de crédito era un gasto frívolo o una gran compra, un televisor, por ejemplo. Ahora, debido a la inflación, la gente está poniendo necesidades reales, como comida o vivienda", dijo Jill González, analista senior de WalletHub, a este mismo medio.
Las cifras actuales rompen con la tendencia apreciada en los años de pandemia de coronavirus, donde la deuda por tarjetas de crédito se redujo. A principios de 2020, cuando se declaró la emergencia sanitaria y se suspendió toda actividad no esencial, la deuda por tarjeta de crédito pasó de 850.000 millones de dólares a 750.000 millones de dólares.
Sin embargo, todo cambió al inicio de 2022, cuando la deuda aumentó 86.000 millones de dólares, debido principalmente, a la reactivación de las actividades económicas.
Otro fenómeno que afecta el adeudo de los estadounidenses es la inflación. Si bien las tarjetas de crédito se suelen usar para compras especiales, en los últimos meses crece la tendencia a comprar comida y liquidar gastos cotidianos.
A esto se suma que el porcentaje de cuentahabientes que liquida su deuda mensual en su tarjeta de crédito se está reduciendo al pasar de 61% a 54% en tan sólo un año.
"Hemos estado rastreando las tasas de las tarjetas de crédito desde 1985, y estas tasas son las más altas que jamás hayamos visto. La matemática del pago mínimo es muy sorprendente", asegura Ted Rossman, analista jefe del sector en Bankrate.com.