El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha presentado una demanda contra Google, el buscador del grupo Alphabet, por presunto abuso de su posición dominante en el mercado de la publicidad digital. Junto al Gobierno federal, ocho Estados se han sumado a la demanda, que pide la división del negocio publicitario de Google para fomentar la competencia.
“Google abusa de su poder de monopolio para perjudicar a los editores de sitios web y a los anunciantes que se atreven a utilizar productos de tecnología publicitaria de la competencia en busca de mayor calidad o menor coste”, afirma el Departamento de Justicia en la demanda, presentada ante un tribunal federal de Virginia. Nueva York, California y Virginia son algunos de los Estados que se han sumado a la denuncia.
El Departamento de Justicia ya demandó a Google en octubre de 2020 por su posición de dominio en el mercado de las búsquedas y de la publicidad asociada a las mismas. En aquel momento, aun bajo la presidencia de Donald Trump, el fiscal general William Barr señalaba que Google había acaparado durante años “casi el 90% de todas las consultas de búsqueda en Estados Unidos y ha utilizado tácticas anticompetitivas para mantener y ampliar sus monopolios en las búsquedas y la publicidad de búsquedas”. “Google ha suscrito una serie de acuerdos de exclusión que bloquean colectivamente las principales vías a través de las cuales los usuarios acceden a los motores de búsqueda y, por tanto, a internet, al exigir que Google se establezca como motor de búsqueda general predeterminado en miles de millones de dispositivos móviles y ordenadores de todo el mundo y, en muchos casos, prohibir la preinstalación de un competidor”, añadía. Se espera que ese caso vaya a juicio en septiembre próximo.
Esta nueva demanda se centra en el mercado estadounidense de la publicidad digital, valorado en 278.600 millones de dólares. Google controla la mayor parte de la tecnología utilizada para comprar, vender y difundir publicidad en internet. Los fiscales generales de diferentes Estados han presentado otras demandas contra las prácticas de Google, alegando que abusa de su dominio en los mercados de las búsquedas, la tecnología publicitaria y las aplicaciones de la plataforma móvil Android, infringiendo las leyes antimonopolio.
La empresa con sede en Mountain View (California) ocupa el primer puesto en el mercado mundial de la publicidad digital, que asciende a 626.860 millones de dólares, según las estimaciones para 2023 de la empresa de investigación EMarketer, citadas por Bloomberg. Se espera que las operaciones publicitarias de Alphabet generen 73.800 millones de dólares en ingresos por publicidad digital en Estados Unidos en 2023. Google gestiona un servicio de compra de anuncios para vendedores y otro de venta para editores, así como una bolsa de intercambio en la que ambas partes realizan transacciones en subastas ultrarrápidas.
Google ha argumentado que el mercado de la publicidad en línea es un mercado saturado y competitivo. En sus declaraciones ante los tribunales y el Congreso, la empresa ha señalado que entre sus rivales se encuentran otros grandes actores del mercado de la tecnología publicitaria, como Amazon, Meta y Microsoft.
Aunque las actuaciones contra el abuso de posición dominante de Google proceden de la etapa del anterior presidente, la administración Biden se ha mostrado muy dura con los gigantes tecnológicos y las empresas de otros sectores. Diferentes reguladores han impugnado, entre otras operaciones, la compra de Activision por parte de Microsoft y la de Simon & Schuster por parte de Penguin Random House, que ya fue vetada por los tribunales, en una decisión que ya es firme. Penguin Random House anunció que recurriría, pero Simon & Schuster prefirió desistir de la operación. (AFP)