Decenas de miles de personas abarrotaron este sábado la plaza de Cibeles y se extendieron por la calle de Alcalá, hacia Sol y hacia la plaza de la Independencia, hacia Neptuno y hacia Colón. El centro neurálgico de Madrid ocupado por una multitud que protestaba contra una política, la del Gobierno de coalición presidido por Pedro Sánchez, que «desarma al Estado», «deteriora las instituciones» y «debilita la democracia».
Convocados por casi un centenar de asociaciones y colectivos de la sociedad civil, los ciudadanos clamaron contra «el Gobierno de la mentira» y «los pactos oscuros», en evidente referencia a la alianza y las concesiones del presidente a formaciones como ERC y EH Bildu, imprescindibles hasta ahora para mantenerse en el poder, y contra «la deriva» que, en consecuencia, creen que ha tomado el país.
Centenares de banderas de España y pancartas acusando a Sánchez de «traición», pidiendo la «dimisión» del Gobierno, exigiendo el arrinconamiento del separatismo y reclamando «democracia» frente a «dictadura», expresaban el sentir de una movilización multitudinaria que contó con el apoyo explícito de los partidos de la oposición: PP, Ciudadanos y Vox. Todos ellos enviaron delegaciones a la concentración pero sólo Vox contó con la presencia de su máximo dirigente, Santiago Abascal.
La ausencia de Alberto Núñez Feijóo no por conocida de antemano dejó de ser llamativa. El líder del PP justificó su no asistencia en la voluntad de dejar que el protagonismo y la voz predominante fuera la de los ciudadanos, al margen de su adscripición ideológica.
Pese a ello, resultaba difícil obviar la intención última de no ofrecer al adversario político una nueva foto de Colón que sirva para alimentar el dibujo que hacen PSOE y Unidas Podemos de un emparejamiento de los populares con la ultraderecha lanzando así un mensaje de miedo ante lo que puedan reservar las urnas en las próximas elecciones.
Como en la política española el argumentario de unos y otros es bien conocido, las organizaciones convocantes de la concentración -Foro España Cívica y la Fundación Libertad y Alternativa- hicieron hincapié en que la protesta no iba «ni de izquierdas, ni de derechas ni de centro», sino de demostrar que los ciudadanos «no permanecen impasibles ante la grave erosión de las instituciones, el deterioro de la democracia y el debilitamiento del Estado», como rezaba el manifiesto leído durante el acto que exigía «una España unida en igualdad de derechos» y metía el dedo en la llaga de la última reforma del Código Penal auspiciada por el Gobierno para beneficiar a quienes pretendieron subvertir el orden constitucional rompiendo la unidad de la nación, en alusión a los líderes de la intentona secesionista del 1-O en Cataluña y ahora apoyos preferentes del Ejecutivo de Sánchez.
El argumento de que los españoles no votaron en las urnas «lo que está sucediendo», palpitaba en el fondo de las proclamas. En definitiva, el reproche a un líder del PSOE que se comprometió ante los ciudadanos a «no sostener la gobernabilidad» en aquellos que intentaron un «golpe de Estado» y que afirmó, como principio de su política, «luchar contra la corrupción y por la regeneración democrática».
Para los manifestantes que acudieron a Cibeles, Sánchez ha traicionado estas promesas y las últimas pruebas han sido la reforma del Código Penal que ha derogado el delito de sedición y ha rebajado las penas por malversación y, antes de eso, los indultos concedidos a los líderes del procés condenados por el Supremo.
A esta queja se sumaba el rechazo a la ley del sólo sí es sí que ha propiciado ya más de dos centenares de rebajas de condena de agresores sexuales y que, de momento, el Gobierno rechaza rectificar.
Sobre este aspecto hizo hincapié el vicesecretario de Organización del PP, Miguel Tellado, acusando a Sánchez de «soberbia» e «incompetencia». Tellado fue uno de los dirigentes que acudió a la movilización junto a la eurodiputada Dolors Montserrat; el vicesecretario de Coordinación Autonómica, Pedro Rollán; la presidenta de Nuevas Generaciones, Beatriz Fanjul y los candidatos a las alcaldías de Barcelona y Pamplona, Daniel Sirera y Carlos García Adanero (ex UPN).
Por parte de Cs tampoco acudió a la cita a su nueva lideresa, Patricia Guasp. Representando al partido asistieron la portavoz en el Congreso, Inés Arrimadas, y su adjunto, Guillermo Díaz, además de la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís.
El presidente de Vox, Santiago Abascal, que sí participó en la concentración, abogó por mantener viva la tensión y la «movilización masiva» hasta conseguir «expulsar al autócrata Sánchez del poder». En su opinión, España padece «el peor Gobierno de la democracia» entregado a la «mentira» y los «pactos oscuros» con los «enemigos de la nación».
FEIJÓO ANIMA AL PP A GANAR "CON LA ABSOLUTA" Y AFIRMA QUE "LA CALLE HA ABANDONADO A SÁNCHEZ"
El líder de los 'populares' carga contra el discurso económico del Gobierno: "Cada día desde que llegaron al poder nos ha costado 200 millones de deuda pública"
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha defendido el proyecto político del PP definiéndolo como el "proyecto de España" y "el de la Constitución. En el acto de presentación de los candidatos populares a las alcaldías de las capitales de provincia, se ha referido a las mayorías absolutas que ya exhibe el PP y ha vaticinado que son la antesala de otra "mayoría absoluta" al frente la nación. En su opinión, "la calle ha abandonado a Pedro Sánchez" y la "gente no se dejará comprar ni por su chequera ni por sus mentiras".
Feijóo ha definido el proyecto de los populares como el que representa a "la mayoría diversa" que defiende la democracia que nació en 1978 y se ha comprometido a defender de manera inquebrantable el interés general saliendo "a ganar en todas partes con argumento sy gestión", a "ganar no para vencer sino para convencer", y ha asegurado que él "no gobernará con cualquiera sino con la gente".
Feijóo ha dedicado la mayor parte de su intervención a la economía, a sabiendas de que este terreno será uno de los que intente monopolizar Sánchez en la larga campaña electoral que ya ha comenzado.
"El sanchismo presume de economía y dice que vamos bien pero somos la economía más alejada del crecimiento económico de 2019, tenemos el doble de paro de la UE y presume de gestión cuando ha sobrepasado el récord de deuda pública". Eso supone que cada día el mandato de Sánchez ha costado a los españoles 200 millones de euros de deuda pública al día.
Feijóo también ha insistido en que nunca hemos tenido tanta población en riesgo de pobreza de toda la historia y ha acusado al presidente del Gobierno de presumir de rebajar la inflación aunque las únicas propuestas, ha dicho, que han dado resultado son las que el Gobierno ha copiado "tarde" de las propuestas del PP.
A continuación el dirigente popular ha aludido a las alianzas que sostiene Sánchez para seguir en el poder y ha incidido en la equiparación que ha hecho el presidente entre la protesta secesionista de Barcelona el pasado jueves y la movilización constitucionalista de ayer sábado en Madrid.
"La gente y la calle han abandonado a Sánchez", ha asegurado antes de postularse como el político que pilotará "el cambio". "Sánchez intenta tapar el escándalo de la mañana con el de la tarde pero nadie", ha afirmado, "podrá borrar que sigue durmiendo con Podemos y que sin ellos no podría dormir, que Bildu y ERC son los puntales de su Gobierno, que ha bajado las penas por los delitos de malversación y que es el autor del mayor retroceso en la defensa de las mujeres de la historia democrática". "Nosotros", ha insistido, "no olvidaremos nada de todo esto".
"Si intentan desgastarnos es porque nos ven fuertes, si intentan desacreditarnos es porque saben que cada día más gente cree en nosotros y si quieren hacer una pinza contra nosotros es porque ven que somos capaces de convencer a la mayoría. No cederemos a ningún chantaje y revertiremos todas las tropelías que han hecho. Yo no haré nada distinto a lo que me comprometa como candidato", ha afirmado.
Feijóo presentará mañana su programa de regeneración democrática para "deshacer los desmanes" del Gobierno sanchista. Lo hará en el Oratorio de San Felipe Neri, en Cádiz, donde se firmó la Constitución de 1812.
El líder popular ha pedido a sus candidatos "vencer la desconfianza y dedicarse en exclusiva a la unión y no a la división y a la mentira". Hacer lo contrario, ha advertido, sería ser "un inútil para el interés general".
Feijóo ha recordado que "el voto no es para siempre y que la confianza hay que ganarla todos los días" y ha insistido en que "esta vez no puede haber voto prestado a Sánchez porque no lo merece". "No demos ningún voto por ganado ni tampoco por perdido", ha afirmado pese a admitir que Sánchez "tiene una enorme chequera pública, las instituciones a su servicio y ningún reparo en mentir". Frente a eso, ha asegurado estar convencido de que "España no se va a dejar comprar". (EFE)