El organismo presiona a Teherán a acabar con la represión en momentos en que el número de muertes de civiles y policías va en aumento.

La ONU aprueba una investigación en Irán sobre la situación de derechos humanos en medio de la ola de protestas que sacude al país.

Con 25 votos a favor, seis en contra y 16 abstenciones, el Consejo de Derechos Humanos decidió este 24 de noviembre establecer una misión que indague sobre la represión en las protestas masivas que estremecen a la nación hace dos meses.

El aval llegó tras superar obstáculos de último minuto. En medio de la sesión de emergencia de este jueves en el organismo, China presentó una enmienda que eliminaría el párrafo principal que determina una "misión internacional de investigación" para operar hasta principios de 2024.

El enviado del gigante asiático, Jiang Yingfeng, pidió su anulación al asegurar que la medida era “abrumadoramente crítica” con Teherán y que “no ayudará a resolver el problema".

De inmediato, representantes de las decenas de países que apoyaron la propuesta, incluidos Estados Unidos y Reino Unido, reprocharon la solicitud de Beijing y pidieron al organismo de 47 miembros rechazar el cambio.

"(La enmienda) niega a los sobrevivientes, las familias y las víctimas, el derecho a que se registre su sufrimiento", sostuvo ante el organismo el embajador británico Simon Manley sobre la petición de China.

Irán arremete contra Alemania y lo acusa de tratar de desestabilizar el Gobierno de Raisi

La delegación de la república islámica defendió a su Gobierno de los señalamientos y acusó a Alemania, país que impulsó la moción, de intentar desestabilizar la Administración del presidente Ebrahim Raisi.

"Este Consejo es nuevamente objeto de abusos por parte de algunos Estados arrogantes que atacan a un Estado miembro", replicó la líder de la misión de Irán y directora internacional de la Vicepresidencia para la Mujer y la Familia, Khadijeh Karimi.

La funcionaria agregó que el Gobierno alemán que "pretende apoyar hoy en día los derechos humanos, es el mismo que equipó a Sadam Husein con armas químicas que hace 35 años causaron 13.000 muertos en un ataque a la ciudad iraní de Sardasht".

“Una crisis de DD. HH. en toda regla”

En la sesión, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, hizo un llamado enérgico a las autoridades iraníes para que cesen el uso “innecesario y desproporcionado” de la fuerza contra los manifestantes.

“Nos encontramos ante una crisis de derechos humanos en toda regla (…) La rendición de cuentas es un ingrediente clave de la búsqueda de Justicia por las violaciones de los derechos humanos", dijo el funcionario y agregó que pidió autorización a las autoridades iraníes para visitar el país, pero que aún no ha recibido respuesta.

Irán se encuentra sumergido en una ola de violencia que inició el pasado septiembre luego de que se conociera la muerte de la joven Mahsa Amini, después de estar bajo custodia de la Policía de la Moral por llevar el hiyab obligatorio demasiado bajo y sin cubrir la cabeza, según los motivos señalados por las autoridades sobre su detención.

Pero pronto las movilizaciones se centraron en otras inconformidades de los ciudadanos que piden incluso la caída de la teocracia del país; una de las mayores amenazas para los clérigos gobernantes desde la Revolución Islámica de 1979.

Un reclamo que eleva la ira del régimen iraní que intenta callar las distintas voces en su contra.

Muertes, detenciones y coerción a la prensa

En medio de este escenario de represión, más de 400 personas han muerto, según la última estimación del grupo Iran Human Rights.

La violencia golpea incluso a los más pequeños, ya que entre las víctimas mortales se encuentran al menos 50 niños, señaló esta semana el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Como si fuera poco, al menos seis personas han sido condenadas a muerte por su participación en las movilizaciones y alrededor de 1.400 personas, incluidos menores, han sido arrestados en el marco de las movilizaciones, subrayó Turk.

Este 24 de noviembre se conoció además que al menos 50 efectivos de las fuerzas de seguridad iraníes han muerto y cientos han resultado heridos, según informó el viceministro de Exteriores iraní, Ali Bagheri Kani.

La represión también se extiende a ciudadanos extranjeros y periodistas por informar sobre lo ocurrido en suelo iraní. A principios de noviembre, el portavoz de Poder Judicial de Irán, Masud Setayeshí, informó que las dos periodistas que revelaron e impulsaron el caso de Mahsa Amini fueron detenidas por “delitos contra la seguridad nacional”.

Se trata de las reporteras Nilufar Hamedi, del periódico local ‘Shargh’, que informó de la detención y posterior muerte de Amini, y Elahe Mohammadi, del periódico 'Ham Mihan', que cubrió el entierro de la joven de 22 años, momento cumbre de las movilizaciones.

De la coerción de las autoridades iraníes por el apoyo a las manifestaciones nadie escapa y entre los arrestados también se encuentran músicos, futbolistas y actrices. (France 24)