Madrid acoge la la Sesión Plenaria de la 68º Sesión Anual de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, una cita dominada por la invasión de Rusia a Ucrania y que ha tenido uno de sus puntos álgidos con la intervención del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, mediante videoconferencia. Saludado con una sonora ovación, el mandatario ha pedido a los países que reconozcan al país de Vladimir Putin como un "estado terrorista" y que se aprueben más sanciones, pues considera que es el camino para tratar de anular su capacidad de acción.

Con su habitual indumentaria bélica, Zelenski ha querido trasladar un mensaje claro en su intervención ante 269 parlamentarios de los 30 países miembros de la OTAN y un centenar de miembros de las Cámaras de 15 países asociados y de las 8 delegaciones de observadores parlamentarios: Rusia está cometiendo "crímenes de guerra" y "genocidios", además de desplegar ataques contra infraestructuras críticas como las centrales nucleares o las que dan abastecimiento de agua a la población. Ya en septiembre, una misión de investigación de la ONU dictaminó que Rusia había cometido crímenes de guerra, tras examinar este tipo de asesinatos en 16 localidades ucranianas.

"Nos damos cuenta de que hay toda una serie de crímenes de guerra y genocidios. Todo eso se tiene que juzgar en los tribunales. Nadie se va a librar, nadie se va a poder saltar las reglas internacionales", ha sido la petición del presidente ucraniano para que no haya impunidad, lanzando la petición de que se constituya un tribunal especial para juzgar estos "crímenes de guerra".

Zelenski, en su intervención, ha traslado una preocupación: los ataques rusos a infraestructuras críticas. En las últimas horas, más de una decena de proyectiles han caído sobre la central nuclear de Zaporiyia. Moscú y Kiev se acusan mutuamente de los ataques a la planta nuclear de este fin de semana, mientras que la ONU alerta de nuevos ataques. El presidente ucraniano ha lanzado un llamamiento: "Todos tenemos interés en que no haya incidentes peligrosos en las centrales nucleares. Les pedimos a los terroristas rusos que paren estas acciones. Queremos estar libres de todo sabotaje que pueda haber en estas instalaciones".

El presidente de Ucrania ha marcado el que, a su juicio, es el camino a seguir: unidad de los países que apoyan a su país, que no se rompa el frente común ante Rusia; más paquetes de sanciones; y más armas. "Espero que sus países continúen con las sanciones. Son muy importantes para impedir que siga esta guerra y se prolongue. Necesitamos nuevos paquetes de sanciones contra Rusia por esta guerra del terror".

"UCRANIA NECESITA ANTIMISILES"

Sobre el envío de armamento, ha expuesto cuáles son ahora mismo sus prioridades, que pasan por dar respuesta a los bombardeos rusos: "Ucrania necesita sistemas de defensa antiaéreos y antimisiles de suficiente cantidad y calidad. Y necesitamos apoyo financiero".

En este sentido, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha alertado en una intervención previa a la del presidente ucraniano, del riesgo de caer en la "fatiga" respecto a seguir ayudando a este país. Ha puesto el énfasis en que la mejor manera de forzar la paz y una salida negociada al conflicto es evitar que Rusia se termine imponiendo por la fuerza.

"No debemos pensar que las democracias no pueden sostener el esfuerzo en el tiempo de forma temporal, eso sería una catástrofe para Ucrania y peligroso para nosotros porque la lección aprendida sería que con la fuerza se puede conseguir lo que se quiere", ha dicho el secretario general del OTAN. Y ha añadido, en un claro aviso: "Tenemos que estar preparados para apoyar a Ucrania por mucho tiempo y a pagar el precio". (AFP)