El crecimiento en 2023 será mucho menor de lo que el Gobierno estima; el empleo, a pesar de lo que sostiene la vicepresidenta Calviño, está "perdiendo vigor"; y la inflación va a seguir castigando duramente a las familias.

Un sólo día después de que el Ejecutivo presentase el cuadro macroeconómico sobre el que se sostienen los Presupuestos Generales del Estado de 2023, el Banco de España ha cuestionado este miércoles buena parte de esas previsiones del Gobierno y ha dejado claro que el frenazo que sufre la economía es sensiblemente mayor de lo que el Gobierno quiere admitir.

Empezando por el propio crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), cuya previsión para 2022 el Banco de España eleva aunque, al mismo tiempo, hunde el dato de 2023. En concreto, el repunte este año será del 4,4%, cuatro décimas más que la previsión que el propio organismo hizo en junio y una décima más de lo que adelantó ayer el Gobierno.

Pero para 2023 el recorte es muy importante. "Sensible", como el propio director general de Economía y Estadística del BdE, Ángel Gavilán, afirmó durante la presentación de las nuevas previsiones macro del organismo.

Y esto se traduce en algo muy relevante: que la recuperación de los niveles de PIB previos a la pandemia se retrasa todavía más, y no se alcanzará ese hito hasta 2024. Ayer mismo, el Ministerio de Economía insistía en que la rebaja de las previsiones oficiales no comportaba un retraso de ese momento, pero el Banco de España ha señalado claramente lo contrario. La economía española, por lo tanto, se descuelga todavía más de la media de la Eurozona, que llegó a ese punto al cierre ya de 2021.

"En cambio, el crecimiento proyectado para 2023 es 1,5 puntos porcentuales menor que el que se contemplaba en el anterior ejercicio de previsiones, debido, entre otros factores, a las mayores tasas de inflación proyectadas, a unas condiciones de financiación menos favorables, al aumento de la incertidumbre y al debilitamiento de la demanda global", se ahonda en el mencionado documento.

La inflación, con esa evolución que lastrará a la economía, también se revisa de manera muy profunda. El dato esperado para este año es del 8,7%, ligeramente por encima del 8,5% que el Gobierno estima como dato interanual para la revalorización de las pensiones.

Y para 2023 la cifra prevista es del 5,6%, muy por encima de las previsiones anteriores del Banco de España. Esto no hace más que confirmar que la inflación seguirá siendo elevada durante un largo periodo de tiempo.

"Esta revisión al alza viene motivada, entre otros factores, por las sorpresas que se han observado recientemente en el avance de los precios, por las nuevas sendas previstas a futuro para los precios de la energía y por el hecho de que se considera un euro más depreciado que en el ejercicio de junio", señala el organismo.

En cuanto al empleo, el BdE apunta que "se ha ralentizado en los meses de verano", a lo que añade que el "ritmo de crecimiento de la afiliación a la Seguridad Social, cuyo vigor había sorprendido al alza durante la primera mitad del año, se desaceleró en el tercer trimestre". Esto provocará que la tasa de paro incluso crezca entre 2022 y 2023: pasará del 12,8% al 12,9%. (EFE)