Durante el reportaje desde el lugar de los hechos, el periodista estadounidense cree que todos quieren quedarse a salvo en el territorio que actualmente está bajo el control de las Fuerzas Armadas de Rusia desde marzo pasado.
El video muestra un convoy de vehículos que se van hacia los territorios que no están controlados por Ucrania, pero no muestra ningún coche que se dirige al revés.
Las fuerzas rusas tomaron el control parcial de Zaporiyia durante la operación militar especial en Ucrania lanzada a finales de febrero. La ciudad homónima, situada en el norte de la región a orillas del río Dnepr, sigue bajo control ucraniano.
Los funcionarios de la región de Jersón, otra parte de Ucrania controlada por Rusia, expresaron planes para someter a votación la propuesta de separarse de Kiev y tratar de unirse a Rusia.
Según los datos del 8 de agosto de 2022, más de 10,6 millones de refugiados ucranianos —aproximadamente una cuarta parte de la población del país— habían abandonado sus hogares. El pasado 6 de agosto, el coronel general Mijaíl Mízintsev informó que el número total de personas evacuadas por Rusia desde el 24 de febrero asciende a 3.155.253 personas, incluidos 498.773 menores de edad.
Mízintsev informó, asimismo, que Rusia realizó tres acciones humanitarias en la República Popular de Lugansk, así como en las provincias de Járkov y Jersón, donde se repartieron entre la población 49,8 toneladas de ayuda humanitaria.
Rusia lanzó el pasado 24 de febrero una operación militar especial en Ucrania respondiendo a las solicitudes de ayuda por parte de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, para hacer frente al genocidio por parte de Kiev.
UCRANIA CAE EN DEFAULT, INDICAN S&P Y FITCH
Las agencias de valoración de riesgo crediticio S&P y Fitch rebajaron la calificación de Ucrania en moneda extranjera a un nivel equivalente a un impago parcial. Esto sucede en el momento en que Kiev busca una mayor ayuda financiera desde el exterior para cubrir sus excesivos gastos por el conflicto con Rusia.
A principios de agosto los acreedores extranjeros de Kiev respaldaron la solicitud del país de congelar durante dos años los pagos de casi 20.000 millones de dólares en bonos internacionales. En palabras del primer ministro ucraniano, Denís Shmigal, esta decisión ahorraría a la banca unos 6.000 millones de dólares.
No obstante, las agencias internacionales de valoración de riesgo crediticio reaccionaron negativamente a la decisión de Kiev y sus acreedores.
"Dados los términos anunciados de la reestructuración y conforme a nuestros criterios, vemos esta transacción como problemática y equivalente a un incumplimiento", informan desde S&P Global Ratings. Como resultado, la calificación en moneda extranjera de Ucrania se rebajó al nivel SD o incumplimiento selectivo.
Fitch Ratings, a su vez, vio el proceso de pago de la deuda en dificultades y rebajó la calificación ucraniana de C (incumplimiento inevitable) a RD (incumplimiento limitado).
Un país es considerado en situación de impago o default cuando no puede cumplir plenamente los compromisos ante sus acreedores, ya sean Estados, organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), o inversores particulares en los mercados financieros.
La economía ucraniana se derrumbó tras el golpe de Estado en el 2014 con un PIB que cayó más de la mitad en los siguientes dos años, según los cálculos del propio Ministerio de Finanzas del país. Kiev recuperó las cifras alcanzadas solo en el 2021, pero con una deuda per cápita de un 50% mayor que antes del cambio de poder.
La situación se tornó peor a finales de febrero del 2022, cuando el presidente ruso, Vladímir Putin, culpó a Kiev de incumplir los acuerdos de Minsk en los últimos 8 años y reconoció la independencia de las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk. Tres días después, anunció el inicio de la operación especial rusa con el propósito de desmilitarizar y desnazificar Ucrania. (CNN/Sputnik)