Unos 104.000 británicos se sumaron a la campaña Don't Pay UK (No pagues al Reino Unido), en la que se pide que dejen de pagar las facturas de la luz a partir de octubre a menos que el Gobierno aborde el problema del aumento de los precios en medio de una inflación récord, según el sitio web de la campaña.
"Las empresas de energía no podrán subsidiar las facturas, las empresas no tienen estabilidad financiera y, por lo tanto, para evitar que esto suceda, se cambió el techo de precios. (…) La gente no paga sus facturas y ciertamente no recomiendo hacerlo. Les causará muchos problemas, pero los entiendo ", aseguró Licorish.
Los activistas pretenden conseguir que un millón de residentes obliguen al Gobierno y a las empresas energéticas a hacer frente al aumento de los precios de la energía. Si consiguen este objetivo, los activistas planean dejar de pagar las facturas de energía a partir del 1 de octubre, cuando está prevista la próxima subida de precios.
El titular de Utilita instó al Gobierno a introducir una tarifa social para ayudar a los hogares más pobres a pagar sus facturas.
"Tenemos que decidir cómo vamos a diseñar la tarifa social. Tal vez esta idea ya haya sido rechazada, pero no he oído a nadie sugerir una solución mejor al problema. (…) Tiene que ser una tarifa social debidamente financiada por Tesorería de su Majestad con cargo al presupuesto. Sí, llevará a un mayor endeudamiento, pero en mi opinión es lo que se necesita ahora si queremos quitarle la carga a los más pobres", destacó.
El regulador británico de la energía, Ofgem (por sus siglas en inglés), elevó la factura energética máxima anual permitida de 1.400 a 2.000 libras (1.697 - 2.424 dólares) para los consumidores a partir del 1 de abril, debido a la fuerte subida de los precios mundiales de la energía. El próximo aumento del límite máximo de facturación está previsto para octubre de 2022. La consultora Cornwall Insight predice que la factura energética media en el Reino Unido será de 3.582 libras (4.341 dólares) al año en octubre, y que aumentará a un récord de 4.266 libras (5.170 dólares) en enero de 2023 y a 4.427 libras (5.365 dólares) a partir de abril.
Ofgem avisó que la negativa a pagar las facturas de la energía provocará un aumento de los costos para todos antes de un aumento previsto de las facturas domésticas promedio que agravará la crisis del costo de vida. El director general del organismo, Jonathan Brirley, llamó a las familias a no involucrarse en la creciente campaña de desobediencia civil.
Desde el inicio de la operación especial militar rusa en Ucrania, Occidente aumentó la presión de las sanciones sobre Rusia. La interrupción de las cadenas de suministro hizo subir los precios de los combustibles y los alimentos en Europa y Estados Unidos. En el Reino Unido, el aumento del costo de la vida afectó a millones de hogares.
Según la Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido, la tasa de inflación anual del país en abril fue la más alta desde marzo de 1982, con un 9%, frente al 7% del mes anterior. Los precios al consumo aumentaron un 2,5% en abril, tras haber subido un 1,1% en marzo. En marzo de 1982, el Reino Unido registró una tasa de inflación del 9,1%. En julio se reveló que la inflación alcanzó la marca del 9,4%.
LA SEQUÍA SE APODERA DEL REINO UNIDO EN MEDIO DE LA CRISIS ENERGÉTICA POR UCRANIA
El Reino Unido encara su verano más seco de los últimos 50 años, por lo que la Agencia de Medio Ambiente del Gobierno británico determinó declarar sequía en ocho áreas de Inglaterra.
Esta situación, replicada en distintos puntos del resto de Europa de acuerdo con el Observatorio Europeo de la Sequía, se suma a la crisis energética que atraviesa el continente por las sanciones impuestas contra el gas natural, el petróleo y otros energéticos importados desde Rusia, lo que ha disparado precios de servicios como la electricidad y ha motivado llamar a moderar su uso en sistemas como el aire acondicionado.
Tras una reunión del Grupo Nacional para la Sequía, que reúne a la agencia ambiental, el gobierno, compañías de agua y grupos representativos clave bajo llamado del ministro de Aguas, Steve Double, se determinó sequía en Devond y Cornwall; Solent y South Downs; Kent y el sur de Londres; Herts y el norte de Londres; East Anglia, Thames, Lincolnshire y Northmaptonshire, además de East Midlands.
El análisis contempló las caídas de lluvias, el volumen de agua en los ríos, los niveles de mantos acuíferos, el estatus de reservas y la sequedad del suelo, así como las consecuencias de estos factores en el suministro público de agua.
El estatus de sequía compromete a la Agencia de Medio Ambiente y a las compañías acuíferas a ampliar acciones para contener impactos y articular planes contra la situación. La última declaratoria de sequía se dio en 2018.
La agencia ambiental llamó a las compañías acuíferas a mantener su plan preventivo para proteger los suministros esenciales de agua de cara a un posible otoño seco.
Las autoridades también llamaron a las instituciones públicas y empresas privadas ubicadas en las áreas afectadas a ser muy cuidadosas con el manejo de recursos hídricos, además de que esperan que las firmas particulares atiendan fugas y den mantenimiento a sus pipas lo más pronto posible.
Las altas temperaturas que experimenta el Reino Unido han exacerbado las amenazas sobre la vida salvaje y el ambiente acuífero del país, asentó el Gobierno británico en un comunicado.
"Estamos actualmente experimentando una segunda ola de calor después de que tuvimos el julio más seco en los registros para algunas partes del país", apuntó el ministro de Aguas, Double.
La situación de la isla coincide con la de España, que también declaró a julio de 2022 como el tercero más seco de todo el siglo XXI y el más caliente en el país desde que se iniciaron los registros, en 1961.
El Observatorio Europeo de la Sequía advirtió 47% de sequía en todo el territorio continental y 17% en condiciones alarmantes.
No obstante el desafío del caliente verano del 2022, las autoridades nacionales y de la Unión Europea han llamado a sus pobladores a procurar el ahorro de energía en sistemas como aires acondicionados, así como el apagado de luces eléctricas en edificios públicos y privados, para lograr un almacenamiento de suministro de cara al invierno.
Esto porque, ante las restricciones impuestas a los energéticos rusos como represalia contra la operación militar especial que el Kremlin inició en Ucrania en febrero de 2022, Bruselas considera que se necesita llegar al invierno con suficientes reservas energéticas para hacer frente a las bajas temperaturas.
Se espera que los fríos aumenten el consumo de energéticos de calefacción, como el gas natural, en un momento en que los precios del combustible se han disparado por las sanciones contra el producto ruso, en un escenario en el que aliados de la Unión Europea, como Estados Unidos, no han podido garantizar el suministro alterno de gas natural al continente.