Cinco migrantes han muerto en la mañana de este viernes en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad marroquíes durante un salto masivo a la valla de Melilla, informa Efe de fuentes locales en Nador. Además, hay 76 heridos entre los migrantes, 13 de ellos graves, y 140 entre los policías marroquíes, cinco de ellos con gravedad.
Las fuentes indicaron que la tentativa de acceso a Melilla se caracterizó "por el uso de métodos muy violentos" y que los cinco emigrantes fallecieron en un momento de estampida de la masa de personas, cifrada en 2.000 por parte de las autoridades españolas, o a causa de las heridas padecidas al caer al suelo cuando escalaban la valla.
Todos los heridos, tanto agentes como emigrantes, fueron trasladados al Hospital Hassami de Nador y al centro hospitalario universitario de la ciudad de Oujda para recibir tratamiento.
En el lado español, el Gobierno informa de que 133 de los emigrantes consiguieron acceder a Melilla. Hay 49 agentes de la Guardia Civil y 57 inmigrantes heridos, de los cuales tres tuvieron que ser trasladados al Hospital Comarcal de Melilla, según informan las autoridades españolas.
La entrada masiva se produce apenas dos meses después del giro histórico de posición del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre el Sáhara Occidental, que provocó la normalización de las relaciones entre España y Marruecos. De los 2.000 migrantes que se concentraron durante la madrugada, más de 500 han protagonizado el salto de la valla de Melilla al romper la puerta de acceso al puesto fronterizo del Barrio Chino y 133 de ellos han logrado cruzar la frontera.
La acción se produce en vísperas de la cumbre de la OTAN en Madrid, el 29 y 30 de junio, motivo por el que se han extremado las medidas de seguridad y en la que España quiere que la Alianza Atlántica garantice la seguridad de Ceuta y Melilla ante las "amenazas del flanco sur".
Desde primera hora de la mañana, la Delegación del Gobierno en Melilla ha destacado la "colaboración activa" de las fuerzas de seguridad marroquíes, con las que, asegura, se ha trabajado "coordinadamente" para intentar frenar el acceso de los migrantes. El Gobierno ha puesto tanto énfasis en esta colaboración que, tras participar en el Consejo Europeo celebrado en Bruselas, el propio Sánchez, que atribuye el salto a "las mafias que trafican con personas", ha hablado de "extraordinaria cooperación". "Marruecos también sufre la presión migratoria y sus fuerzas de seguridad se han empleado a fondo para evitar el asalto violento de la valla. Ha sido un extraordinario trabajo por parte de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado español y de las de Marruecos para frenar un asalto violento que pone en cuestión nuestra integridad territorial. Ha sido un asalto bien organizado y perpetrado, pero también bien resuelto. Marruecos es un socio estratégico de España".
La Comandancia de la Guardia Civil activó la alarma anti-intrusión a las 6.40 horas al detectar que cerca de 2.000 migrantes que se encontraban en las inmediaciones del Monte Gurugú habían iniciado una aproximación hacia Melilla, explica la Delegación del Gobierno en la ciudad autónoma. Unos 1.500 lograron acercarse "a pesar del amplio dispositivo desplegado por las fuerzas de seguridad marroquíes en coordinación con las Fuerzas de Seguridad del Estado de España".
Marruecos cifra en un millar los detenidos durante una operación policial en la que resultaron heridos decenas de agentes marroquíes y también de migrantes. Según informaron a Efe fuentes de seguridad y a EL MUNDO miembros del Servicio Jesuita de Migraciones, muchos de los arrestados y de las personas que están en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla son sudaneses y chadianos que provenían de bosques cercanos en los que se estaban congregando en los últimos días para llevar a cabo una entrada masiva. Las fuentes marroquíes explicaron que "sólo una pequeña parte" pudo escapar.
"Hace un tiempo que estamos observando llegadas de personas del Chad, un país donde reina la anarquía, y de Sudán, con habituales golpes de Estado. Se trata de dos países muy conflictivos y cuyos ciudadanos son susceptibles de presentar un perfil de protección internacional. Suelen escapar a Libia para intentar pasar a Italia, pero ese pasaje es muy caro y cuando no tienen dinero utilizan el 'plan B', que es la ruta argelino-marroquí. Hay que respetar a las Fuerzas de Seguridad españolas lamentando que haya heridos y hay que comprender la desesperación de los migrantes que pasan mucho tiempo en los bosques y no aguantan más", afirma Pep Buades, del Servicio Jesuita de Migraciones.
Según la Delegación de Gobierno en Melilla, a las 8:40 horas, un grupo de medio millar "perfectamente organizado y violento" ha roto con una cizalla la puerta de acceso del puesto de control fronterizo de Barrio Chino y ha accedido a Melilla saltando por el tejado de dicho control, cerrado desde el 13 de marzo de 2020. Los migrantes se han dirigido al CETI de Melilla. Todos son varones y, aparentemente, mayores de edad.
El salto se ha saldado con 106 personas heridas, concretamente 49 agentes de la Guardia Civil y 57 inmigrantes, de los cuales tres han tenido que ser trasladados al Hospital Comarcal. Fuentes de la Delegación del Gobierno en Melilla han informado de que las lesiones que han sufrido los guardias civiles son de carácter leve, salvo complicación.
Además, cuatro vehículos han sufrido daños en carrocería y rotura de lunas por el lanzamiento de piedras.
La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) en Nador denuncia la "violencia creciente" tanto de la Policía como de algunos migrantes. A los segundos les pide que se alejen de esas prácticas violentas y a las autoridades que abran un diálogo con todas las partes para volver a la calma, informa desde Ceuta Antonio Sempere.
En los últimos días, en las inmediaciones de la frontera por el lado marroquí, ya se habían producido enfrentamientos entre inmigrantes que intentaban acercarse a Melilla y agentes de diferentes cuerpos de seguridad de Marruecos.
En el dispositivo de este viernes han participado por parte de la Guardia Civil un helicóptero, siete patrullas de seguridad, tres patrullas de la compañía Fiscal, tres equipos MIR y un dron y por parte de la Policía Nacional, cuatro patrullas y dos furgonetas de la UIP. Además, dos patrullas de la Policía Local han colaborado, cortando las carreteras para garantizar la seguridad del dispositivo y de los ciudadanos.
En los últimos días, en las inmediaciones de la frontera por el lado marroquí ya se habían producido enfrentamientos entre inmigrantes que intentaban acercarse a Melilla y agentes de diferentes cuerpos de seguridad de Marruecos. El último salto tuvo lugar el 3 de marzo, cuando entraron 350 inmigrantes.
Las autoridades marroquíes preveían este ataque desde hace más de una semana después de que cientos de emigrantes subsaharianos se congregaran en montañas difícilmente accesibles situadas en la comarca de Bini Buiafrur, ubicada en la provincia marroquí de Nador y a unos 20 kilómetros al oeste de Melilla. De hecho, los servicios de seguridad marroquíes realizaron dos intervenciones ayer y el pasado sábado para abortar estos preparativos.
A raíz de este episodio, la asociación profesional de la Guardia Civil JUCIL ha pedido que el Ejército participe en el control de la frontera sur. Según explica en un comunicado esta asociación, mayoritaria en el Consejo de la Guardia Civil, no hay suficientes agentes para contener "las avalanchas de personas" que intentan entrar en la ciudad autónoma y carecen además de material antidisturbios adecuado.
"Han accedido cientos de personas y para contener este tsunami humano había una veintena de integrantes de los GRS de la Guardia Civil, menos de un agente por cada veinte asaltantes a la valla" denuncia el secretario general de JUCIL, Ernesto Vilariño.
Además de la participación del Ejército, la asociación pide materiales antidisturbios adecuados para evitar que los agentes resulten heridos y para que puedan realizar mejor sus tareas de contención.
Vilariño ha acusado directamente al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, de "mirar a otro lado" ante estos problemas y reclama "que no se premie con el permiso para permanecer en España a quienes utilizan la violencia para entrar", porque, afirma, genera efecto llamada.
El Grupo Parlamentario Popular ha solicitado una comparecencia urgente de Grande-Marlaska para que explique en el Congreso esta "llegada masiva" de inmigrantes que han accedido a Melilla "de manera violenta y organizada", según se recoge en el escrito ya registrado.
Carlos Arce, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Córdoba y miembro de la Asociación Pro Derechos Humanos-Andalucía (APDH-A), habla de un "evidente trasfondo político" en el salto de esta mañana tras la "voltereta" de Pedro Sánchez respecto al Sáhara. "El único motivo del giro político de Sánchez era el control fronterizo, pero esto demuestra que Marruecos sigue teniendo la espita para abrir o cerrar el flujo migratorio cuando quiera. España siempre irá a remolque. Y cuando haces descansar el control de de las fronteras en Estados no plenamente democráticos, como Marruecos, asumes las violaciones de los Derechos Humanos de esos Estados. Cuanto más diga España que se coordina con Marruecos, más se apuntará Marlaska las cosas que haga Marruecos".
En este sentido, algunas imágenes que circulan por las redes muestran a los policías marroquíes lanzando gases lacrimógenos y piedras contra un grupo de migrantes que atraviesan una valla en territorio alauí. (EP)