El presidente Alberto Fernández ratificó la estrategia geopolítica de que a Argentina se sume al grupo de los BRICS, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, las potencias económicas emergentes por fuera de Estados Unidos. La definió como una “excelente alternativa de cooperación” y puso blanco sobre negro, al compararla frente a un “orden mundial que viene funcionando para el beneficio de unos pocos”.

En una nueva gestualidad de política exterior, el jefe de Estado se pronunció ayer a través de una carta leída por el embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, dirigida al Foro de Partidos Políticos de los BRICS que se reunió de manera virtual. Fue antes de la de la próxima cumbre del foro del próximo 24 de junio, a la que Fernández recibió una “invitación especial” de asistir por parte del presidente chino Xi Jinping.

“Los Brics son sin dudas un grupo de países determinantes para el desarrollo económico mundial”, subraya la carta presidencial, y evalúa que “la estabilidad macroeconómica mundial y el crecimiento económico pasa y pasará cada vez más por este grupo de países”.

La convocatoria organizada por el Estado de China contó con la presencia vía remota de una veintena de dirigentes políticos de países integrantes del Grupo Brics, más otros, como Argentina, Bangladesh y Senegal. En ese marco, quedó desplegado en el teatro diplomático el marco de alianzas de los cinco países que dirigen la orquesta de este armado internacional.

En el escrito, el mandatario argentino justificó la relevancia del bloque por aglutinar el 42% de la población mundial, que ostenta el 23% del PIB global, el 18% del comercio internacional y que abarca el 30% del territorio del planeta. La Casa Rosada busca inversiones provenientes de este armado -concentran el 30% de las exportaciones y 43% de las importaciones desde Argentina- y apunta a su incorporación al Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), la institución financiera creada en 2014 por los BRICS.

En medio de un mundo convulso, Alberto Fernández avanzó en las reuniones bilaterales para que “BRICSA” sea una realidad. Hubo pasos contundentes en febrero pasado, durante el encuentro con Xi Jinping que selló la adhesión de Argentina a la Iniciativa de la Franja y La Ruta. Y lo propio hizo el canciller Santiago Cafiero con el primer ministro de India, Narendra Modi, durante su gira diplomática en abril.

Pese a la distancia ideológica con Jair Bolsonaro, desde Brasil también llegaron apoyos. El mes pasado, el ministro de Economía de Jair Bolsonaro, Paulo Guedes, declaró que impulsará a la Argentina como candidato para sumarse al NDB. Alberto Fernández hizo una referencia al respecto en su carta, y destacó a la entidad como la “institucionalización de un nuevo orden mundial centrado en el desarrollo lejos de la especulación financiera”.

Sin embargo, el escenario internacional cambió desde entonces a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania. El Gobierno avanza con cautela con la diplomacia, pero “a paso firme” para sumarse a los BRICS. Un punto de tensión reciente para ese objetivo es la postura argentina sobre Rusia y su escalada bélica en el conflicto. La totalidad de los países del bloque votaron en contra o se abstuvieron de que los organismos de Naciones Unidas avancen con la investigación sobre denuncias de violación de derechos humanos de Rusia en el marco de los ataques militares. Su alineamiento se mantuvo afín a Moscú.

Santiago Cafiero mantuvo su visión negativa y preocupación sobre los efectos políticos y económicos de la guerra en Europa, algo compartido por todos los integrantes del bloque. E instó a que el “cese al fuego entre la Federación de Rusia y Ucrania es imperioso”. Sin embargo, esta vez cuidó las palabras y evitó responsabilizar directamente al gobierno de Vladimir Putin por el accionar bélico. En ese entorno, hubiese sido una voz disonante y minoritaria. Lo escuchaban otros ministros de Relaciones Exteriores y cancilleres, entre ellos el ruso Serguéi Lavrov y sus pares Naledi Pandor (Sudáfrica), Wang Yi (China), Subrahmanyam Jaishankar (India) y Carlos Alberto Franco França (Brasil). En su carta dirigida como titular de Partido Justicialista, el Presidente tampoco habló del conflicto en Ucrania.

Con ese horizonte, la próxima cumbre del 24 de junio será otra de las escalas relevantes del foro internacional. Pero en Cancillería aclaran que la incorporación no se dará el próximo mes. A diferencia de la instancia de este jueves, que tuvo el formato de “BRICS Plus”, el presidente Xi Jinping, como conducción pro témpore del organismo, encabezará un “Diálogo de Alto Nivel sobre el Desarrollo Global” junto a otros mandatarios.

La apertura del encuentro estuvo a cargo de Xi Jinping, en su carácter de líder del Partido Comunista, y luego hubo intervenciones del representante de Sudáfrica por la Unión de Estados Africanos y de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN). De parte de argentina, también participó el vicepresidente 2° de la Cámara de Diputados, José Luis Gioja, quien fue el que dijo explícitamente que la Argentina sea incorporada como miembro pleno al BRICS.

“La República Argentina está en condiciones de ofrecer todo lo necesario para contribuir a que ese desarrollo, mediante la unidad y la cooperación, que deriva, sin dudas, en el avance hacia un gran futuro, próspero y brillante, sea posible. Quizás sea momento de pensar en la posibilidad de llevar el BRICS a BRICSA, con Argentina adentro”, dijo Gioja al mencionar una de las consignas del encuentro.

El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, expresó el interés del gigante asiático para ampliar el BRICS, lo que implica “revisar estándares y procedimientos”. En cualquier situación, Argentina requiere del consenso de todos los miembros, incluida Rusia. Lo que tiene para ofrecer el Gobierno es la llave de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que tiene al país como presidente del organismo, y postularse como proveedor de provisión de alimentos y energía. (Infobae)