El Presidente regresó de su gira por Europa con más crisis interna que antes de emprender el viaje. La idea principal, más allá de la búsqueda de inversiones y las relaciones bilaterales, era bajarle el tono a la confrontación dentro del oficialismo.
Los planes no salieron como lo pesaba el Gobierno. El kirchnerismo volvió a reaccionar ante las declaraciones de Alberto Fernández ratificando sus aspiraciones a la reelección, una decisión que molesta internamente.
Las declaraciones del diputado Máximo Kirchner contra el ministro Martín Guzmán el viernes pasado volvieron a tensar las relaciones en el Frente de Todos. Desde hace varias semanas sigue la presión para que el Presidente desplace al funcionario a cargo de la cartera económica.
“Escuché al ministro de Economía decir que no tiene apoyo político. Yo le digo: tenes el apoyo del FMI y el de Kristalina, de la central sindical más importante (la CGT), de los movimientos sociales y del Presidente. ¿Cuánto más apoyo queres para que las cosas salgan bien?”, cuestionó el líder de La Cámpora.
Guzmán salió a defenderse públicamente toda la semana pasada en diversas entrevistas y dejó en claro que tiene el apoyo del Presidente. Contestó a cada uno de los cuestionamientos que hizo la vicepresidenta en la conferencia que brindó desde el Chaco.
En su gira europea, el Presidente dejó en claro que "el funcionario que no esté de acuerdo" con las políticas que llevan adelante "se tendrá que ir". Alberto advirtió a los funcionarios que no acompañen la suba de las tarifas de los servicios públicos que "no puede seguir en el Gobierno”. El mensaje fue dirigido a los leales a Cristina Kirchner que ejercen en el área energética que ya expresaron su rechazo a los aumentos.
Esta es una de las peleas que debe zanjar el Presidente en los próximos días. El Gobierno seguirá adelante con la decisión de renovar los nuevos cuadros tarifarias y avanzar en la segmentación de las tarifas. El secretario de Energía, Darío Martínez, y el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, estuvieron ausentes en las audiencias, pero tampoco dieron señales de que trabarán la medida.
El kirchnerismo duro espera que Alberto Fernández haya tomado nota de los reclamos de la vicepresidenta. "Hay un descontrol de precios insostenible", reclaman desde el entorno camporista. En cuanto a la inflación, no lo ven al Presidente como el único responsable de la imposibilidad de frenar los aumentos. "No es el único", insisten sin mencionar nombres propios de ministros.
La respuesta del jefe de Estado podría dispararse por varios lados. Hay días que se muestra moderado y conciliador y otros que levanta la voz contra los funcionarios descontentos. El fin de semana estuvo reunido con Guzmán en la Quinta de Olivos analizando la situación económica. Desde el kirchnerismo "esperan que tome medidas". "Es muy posible que las haga con extrema lentitud", se entusiasman los frentistas más críticos. (BAE)