La alarma, acompañada de imágenes satelitales, impactó en los medios estadounidenses justo antes de que el Kremlin y la Casa Blanca anunciara la fecha de la cumbre virtual entre los presidentes.
El encuentro ocurrirá unos días antes de que el presidente estadounidense convoque a 110 países (el 9 y el 10 de diciembre) a su cumbre por la democracia, que excluye a Rusia y China.
Los temas en agenda del diálogo entre Biden y Putin son muchos: desde las "insatisfactorias" relaciones bilaterales hasta la estabilidad estratégica, además de la situación en Irán, Libia y a Afganistán.
Sin embargo, lo más importante sigue siendo la crisis de Ucrania, con el pedido de Moscú de "garantías legales" contra nuevas expansiones de la OTAN hacia el este y el despliegue de armas en la frontera con Rusia, una "línea roja" que para Putin debe permanecer infranqueable.
"No aceptaré la ïlínea rojaïde nadie", le respondió Biden, tras haber advertido que está "armando el paquete más completo e importante de iniciativas para hacer muy, muy difícil que Putin proceda" con sus planes.
La vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, anticipó que se trata de "relevantes sanciones económicas y otros instrumentos" y advirtió que "es la OTAN la que decide quién adhiere a la alianza, no Rusia".
En tanto, la alarma de los servicios de inteligencia rusos alimentan las tensiones.
"Los planes rusos prevén una ofensiva militar contra Ucrania a inicios de 2022, con una escala de fuerzas el doble de la que vimos la primavera (boreal) pasada durante los ejercicios rápidos rusos cerca de las fronteras de Ucrania", confió un ejecutivo de la administración bajo anonimato al Washington Post, el primer periódico en revelar documentos (no clasificados) de los servicios de inteligencia.
"Los planes implican el movimiento extendido de 100 grupos tácticos de batallón con una cantidad estimada de hasta 175 mil soldados, además de vehículos blindados, artillería y otros equipamientos", agregó.
Según los documentos de los servicios secretos, incluidas imágenes satelitales, las fuerzas rusas se están concentrando en cuatro lugares (desde el área de Smolensk hasta Crimea, vía Donbass) y actualmente hay desplegados 50 grupos tácticos de batallón, con tanques y artillería "recién llegada".
Sus movimientos alrededor de la frontera estarían dirigidos a "nublar las intenciones y crear incertidumbre". Estados Unidos estima que Moscú tiene actualmente 70.000 soldados cerca de la frontera con Ucrania, frente a los aproximadamente 94 mil indicados por Kiev, pero considera que se pueden duplicar rápidamente, también a través de la movilización de reservistas ya en curso.
Además, reportó que Moscú ya inició una ofensiva mediática para acreditar la narrativa de que los líderes ucranianos fueron instalados por Occidente, infunden odio hacia los rusos y actúan en contra de los intereses del pueblo ucraniano.
Las fuentes estadounidenses, sin embargo, reiteraron que las intenciones de Putin no están claras y esos documentos de inteligencia no muestran que haya decidido implementar el aparente plan de guerra.
Por su parte, Putin está pidiendo un nuevo pacto de seguridad europea, con garantías legales para que la OTAN no extienda más al este, particularmente a las exrepúblicas soviéticas de Ucrania y Georgia, después del incumplimiento de las promesas verbales en el momento del colapso de la URSS.
El presidente ruso también está alarmado por los ejercicios de Estados Unidos en el Mar Negro con bombarderos estratégicos de capacidad nuclear y por el sistema de defensa antimisiles estadounidense en Polonia y Rumania.
En tanto, la mecha ucraniana permanece encendida y Biden y Putin no parecen tener mucho tiempo para desactivarla. (ANSA).