El presidente Joe Biden declaró hace poco que Estados Unidos está preparado para defender a Taiwán en el caso de ser objeto de una agresión militar china.
"Taiwán es parte inalienable de China, los asuntos de Taiwán son asuntos internos de China y no toleran ninguna injerencia exterior. Nadie debería subvalorar la firme decisión, la inquebrantable voluntad y las colosales posibilidades del pueblo chino para defender la soberanía y la integridad territorial de su país", señaló el diplomático.
No debe ponerse frente a los 1.400 millones de chinos, subrayó.
"China nunca claudicará en los asuntos atinentes a sus intereses básicos, incluidas su soberanía e integridad territorial", agregó.
El diplomático instó a Estados Unidos a acatar estrictamente el principio de una sola China y los postulados de tres comunicados conjuntos chino-estadounidenses, tratar de modo sopesado los asuntos vinculados con Taiwán y no enviar señales falsas a las fuerzas separatistas de la isla, para evitar un serio daño para las relaciones entre China y EEUU y para la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán.
Las relaciones oficiales entre Pekín y Taipéi quedaron suspendidas en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista chino Kuomintang, encabezado por Chiang Kai-shek, sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista de China y se trasladaran a Taiwán.
Los contactos informales entre Taiwán y la China continental se reanudaron a finales de la década de 1980. Desde el comienzo de la década del 90 las partes empezaron a contactar vía la Asociación Pequinesa de Relaciones a través del Estrecho de Taiwán y la Fundación de Taipéi para los Intercambios a través del Estrecho.
Taiwán se convirtió en 1895 en una colonia del Japón y durante los 50 años posteriores estuvo gobernado por la administración colonial japonesa. Tras la derrota sufrida por el Japón en 1945 en la II Guerra Mundial, pasó a formar parte de la República Popular China. (Reuters)