El 3 de marzo, antes de una reunión con congresistas en la residencia presidencial, los periodistas le preguntaron al mandatario qué piensa sobre la decisión de los gobernadores republicanos de Texas, Greg Abbott, y Misisipi, Tate Reeves, de levantar la orden de llevar cubrebocas en estos territorios. "Miren, creo que es un gran error, espero que todo el mundo se dé cuenta ahora de que estas mascarillas marcan la diferencia", explicó Biden a la prensa. El presidente demócrata recordó que su país "está en el umbral de ser capaz de cambiar fundamentalmente la naturaleza de esta enfermedad" gracias a las vacunas. "Hemos sido capaces de adelantar todo para que hacia finales de mayo haya suficiente para que todos los estadounidenses adultos puedan recibir una dosis, y lo último que necesitamos es el pensamiento neardental de que, entretanto, todo está bien, quítense las mascarillas. Olvídense de eso", aseveró el presidente. Biden enfatizó que es muy importante que todos las autoridades estatales sigan las recomendaciones, como llevar la mascarilla, lavarse las manos y mantener la distancia social. A este respecto, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, señaló en su rueda de prensa ordinaria que "todo el país ha pagado el precio por los líderes políticos que han ignorado a la ciencia en lo que se refiere a la pandemia". Texas y Misisipi se unen al levantamiento de las órdenes estatales de llevar mascarillas Varios gobernadores de Estados Unidos (Michigan, Mississippi y Luisiana) relajaron las restricciones por el coronavirus, a pesar de las advertencias de los expertos en salud de que la pandemia está lejos de haber terminado. El gobernador del segundo estado más grande del país, Greg Abbott, anunció el 2 de marzo que era el momento "de abrir Texas al 100%" y levantó la orden de portar tapabocas en público de manera obligatoria. Poco después del anuncio de las autoridades de Texas, el gobernador de Mississippi, Tate Reeves, declaró que también pondría fin al mandato de uso de mascarillas. Ambos son del partido republicano y argumentaron que esta decisión no es arriesgada y justificaron su decisión por la bajada en el número de casos y hospitalizaciones, así como por el buen ritmo de las vacunaciones. "Nuestras hospitalizaciones y números de casos se han desplomado, y la vacuna se está distribuyendo rápidamente. ¡Ha llegado el momento!", escribió Reeves en su cuenta de Twitter. A su vez, Abbott, quien gobierna Texas desde 2015, citó los actuales niveles de hospitalizaciones en el estado que, según enfatizó, están en su menor punto desde hace cuatro meses. También señaló que el índice de positividad se encuentra en 9%. Además, Abbott citó como una de las razones de su decisión el impacto económico del virus. "Durante seis meses, demasiados texanos han sido apartados de oportunidades de empleo. Demasiados propietarios de pequeños negocios han sufrido para pagar sus cuentas. Esto tiene que acabar", explicó el gobernador de Texas. Texas está mejor preparado ahora que cuando impuso las restricciones en octubre y marzo de 2020, enfatizó Abbott en una rueda de prensa en la ciudad de Lubbock. Los tejanos ya dominan los hábitos diarios para evitar contraer el coronavirus, considera. Hay abundante material de protección, el estado puede realizar hasta 100.000 pruebas de COVID-19, aunado a mayor disponibilidad de medicamentos anticuerpos para tratar a pacientes con coronavirus, además de las vacunas, aseguró el gobernador. Al mismo tiempo, eliminar los mandatos estatales no termina con la responsabilidad personal y el cuidado de los miembros de una familia, amigos y otras personas en la comunidad, advirtió el gobernador de Texas. "Las personas y las empresas no necesitan que el estado les diga cómo operar", enfatizó. Agregó que todas aquellas organizaciones y comercios que quieran seguir cumpliendo las restricciones vigentes podrán hacerlo. La decisión de los gobernadores se produjo apenas un día después de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) alertaran de que suavizar las medidas de prevención podría hacer que los casos vuelvan a aumentar. Advertencias de las autoridades federales de salud y expertos Las principales autoridades de sanidad, incluida la directora de los CDC respondieron a ese tipo de acciones suplicando que la gente no se exponga a otra oleada letal de infecciones justo cuando la nación está avanzando en la vacunación y la victoria sobre la epidemia aparece en el horizonte. ''Nos arriesgamos a perder por completo el terreno que tanto nos ha costado ganar'', advirtió la directora de los CDC, la doctora Rochelle Walensky, el 1 de marzo. ''El hecho de que las cosas vayan en la dirección correcta no significa que hayamos logrado erradicar el riesgo'', señaló la profesora de biología integrativa y directora del Consorcio de Elaboración de Modelos del COVID-19 de la Universidad de Texas, Lauren Ancel Meyers. Las autoridades federales enfatizan que los estados no deberían bajar la guardia. Incluso uno de los asesores de Abbott no estuvo de acuerdo con la medida. ''No creo que sea el momento adecuado'', señaló el doctor Mark McClellan, exdirector de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés). McClellan explicó en un correo electrónico dirigido a The Associated Press que no se le consultó antes de anunciar la decisión. ''Texas ha estado alcanzando verdaderos avances, pero es demasiado pronto para una reapertura total y dejar de usar mascarillas'', enfatizó. Texas en la nueva realidad El requerimiento para usar cubrebocas que ha estado vigente desde julio y los límites al número de personas en restaurantes y tiendas minoristas concluyen el 10 de marzo. El impacto de la decisión de las autoridades de Texas y Misisipi de relajar muchas de las restricciones del estado contra el COVID-19 comenzó a tomar forma después de que los comercios eliminaron algunas medidas de seguridad. Mientras tanto, los líderes municipales están sopesando nuevas salvaguardas y los cinco millones de alumnos del estado continúan bajo la orden de utilizar mascarillas por el momento. Algunos comercios ya declararon que de todas formas no permitirán el ingreso de clientes sin tapabocas, mientras que algunos usuarios de las redes sociales comenzaron a llevar hojas de cálculo con los distintos requerimientos para cada lugar. ''La gente quiere estar a salvo, pero al mismo tiempo, el cansancio se ha dejado sentir'', explicó Ryan Luke, quien está organizando un evento para el fin de semana en Eagle, Idaho, para animar a la gente a frecuentar los negocios que no requieren mascarillas. ''Sólo queremos llevar una vida casi normal'', enfatizó. El jefe de Policía de Houston, Art Acevedo, explicó que sus agentes seguirán usando cubrebocas. Arremetió contra Abbott por su decisión, y le preocupa que haya más encuentros agresivos, como el ocurrido en diciembre cuando un cliente que fue confrontado por no llevar mascarilla en un bar golpeó con un vaso en la cabeza de un empleado. Situación epidemiológica en EEUU Últimamente, la media diaria de nuevos casos ha disminuido notablemente en el país norteamericano y al final se ha situado por debajo de los 70.000 contagios diarios, frente a los cerca de 300.000 a principios del 2021. Sin embargo, la Administración de EEUU sigue alertando de que el peligro aún permanece, en particular, debido a la aparición de nuevas cepas. Estados Unidos es el país más golpeado por la pandemia del coronavirus, ya que ocupa el primer lugar en cuanto al número de casos confirmados y decesos. Actualmente, registra más de 28,7 millones de contagios y más de 518.000 fallecidos, según los datos actualizados de la Universidad Johns Hopkins. El virus mató a más de 44.000 personas en Texas, la tercera mayor cifra de fallecimientos en el país, sólo por detrás de California y Nueva York. Al igual que en la mayor parte de Estados Unidos, los números de nuevas infecciones y hospitalizaciones han caído rápidamente en las últimas semanas luego de alcanzar niveles históricamente altos en enero. Pero la cifra de muertes sigue siendo significativa, con casi 300 adicionales reportadas el 3 de marzo. Abbott aseguró el 2 de marzo que se habían administrado 5,7 millones de vacunas en el estado y expresó su esperanza de que la próxima semana el número de inmunizados llegue hasta siete millones en todo el territorio tejano. El 3 de marzo, las autoridades de salud de Texas anunciaron que los maestros y los trabajadores de cuidados infantiles ya pueden acudir a los centros de salud para ser vacunados. (Sputnik)