Ampliar
Usar un producto antiviral para protegerlas, en especial las fosas nasales, parece una idea obvia, pero no ha sido tan fácil dar con un fármaco idóneo. Puede que ahora por fin se haya encontrado uno capaz de satisfacer todos los requisitos.
El equipo de Anne Moscona y Matteo Porotto, de la Universidad de Columbia en la ciudad estadounidense de Nueva York, ha probado un nuevo espray nasal antiviral que en los experimentos realizados hasta ahora ha bloqueado la transmisión del SARS-CoV-2 en hurones. Estos animales se utilizan a menudo en estudios sobre enfermedades respiratorias humanas porque sus pulmones son muy similares a los del ser humano. Los hurones son muy susceptibles a la infección por el SARS-CoV-2, y el virus se propaga fácilmente de hurón a hurón.
Los buenos resultados del espray nasal en hurones sugieren que este también podrá prevenir la infección en personas expuestas al SARS-CoV-2, incluidas las variantes recientes.
El compuesto activo del espray, un lipopéptido desarrollado por Porotto y Moscona, está diseñado para impedir que el SARS-CoV-2 entre en las células del anfitrión.
El lipopéptido antiviral es barato de producir, tiene una larga vida útil y no requiere refrigeración. Estas características lo distinguen de otros productos antivirales en desarrollo, incluidos muchos basados en anticuerpos monoclonales. El nuevo lipopéptido nasal podría ser ideal para detener la propagación de la COVID-19 en muchos países; el compuesto, por ser estable y fácilmente transportable, podría resultar providencial en poblaciones rurales con bajos ingresos económicos y residiendo en zonas de difícil acceso.
Los lipopéptidos actúan impidiendo que un coronavirus se fusione con la membrana celular de su anfitrión, un paso necesario que los coronavirus, como el SARS-CoV-2, utilizan para infectar las células. Para fusionarse, el coronavirus despliega su proteína Spike (proteína de púa) antes de contraerse en un manojo compacto que impulsa la fusión.
El compuesto diseñado por Porotto y Moscona reconoce la púa del SARS-CoV-2, se encaja en la región desplegada y evita que la proteína Spike adopte la forma compacta necesaria para la fusión.
En los experimentos con hurones, el lipopéptido se administró en la nariz de seis hurones. A continuación, se alojaron parejas de hurones tratados con dos hurones que recibieron un simple aerosol nasal salino y un hurón infectado con SARS-CoV-2.
Tras 24 horas de intenso contacto directo entre los hurones, se comprobó que ninguno de los hurones tratados se contagió del coronavirus de su compañero infectado. De hecho, la carga viral de los hurones tratados era precisamente cero. En cambio, todos los animales que solo recibieron la solución salina estaban altamente infectados.
Existe un cierto temor a que algunas de las nuevas variantes de SARS-CoV-2 surgidas recientemente resulte difícil de neutralizar con los tratamientos que sí funcionan contra las variantes antiguas. Porotto y Moscona probaron el lipopéptido en células infectadas con una serie de variantes del SARS-CoV-2, incluidas la B.1.1.7 y la B.1.351, y descubrieron que el compuesto impedía, con la misma eficacia que en la cepa dominante, que la proteína Spike de todas las variantes se fusionara con la membrana celular.
Porotto y Moscona consideran a sus lipopéptidos adecuados para ser utilizados en cualquier situación en la que una persona no infectada pudiera estar expuesta al SARS-CoV-2, ya sea en un hogar, una escuela, un hospital o una comunidad. "Incluso en un escenario ideal con grandes segmentos de la población vacunados, estos antivirales constituirán un importante complemento para proteger a los individuos y controlar la transmisión", argumentan. Las personas que no pueden ser vacunadas o que no desarrollan inmunidad se beneficiarán especialmente del espray.
El antiviral se administra fácilmente y, según la experiencia de los científicos con otros virus respiratorios, la protección sería inmediata y duraría al menos 24 horas. (Fuente: NCYT de Amazings)