Después de vivir un caótico comienzo de año a causa de la escasez de vacunas y la lentitud para que los ciudadanos pudieran recibir el medicamento, el ministro de Sanidad federal, Jens Spahn, aseguró este miércoles que el país cuenta con suficientes vacunas y que toda la población podrá estar inmunizada en verano. Spahn pidió paciencia con el comienzo relativamente lento de la campaña, que atribuyó a problemas con la capacidad de producción. “Entiendo la impaciencia de que no todas las cosas funcionen desde el comienzo”, dijo Spahn en una conferencia de prensa digital. “La vacuna es hoy un bien escaso en todo el mundo y hay que establecer prioridades. Por eso, tenemos que pedir paciencia a parte de la población. La escasez no se debe a que hayamos pedido pocas dosis, sino a la capacidad de producción”, agregó. Hasta ahora han sido vacunadas casi 400.000 personas, sobre todo en residencias. “Queremos proteger ante todo a los vulnerables. Si logramos protegerlos, esta pandemia perderá buena parte de su horror”, dijo el ministro. Un día antes, el Gobierno alemán decidió extender hasta el 31 de enero las restricciones sociales, entre ellas el cierre de colegios y comercios no esenciales, en la lucha por contener el avance del coronavirus. Asimismo, se endurecerán otras medidas, como la limitación de las reuniones privadas, que a partir de ahora solo podrán incluir a una persona que no viva en el domicilio. El nuevo paquete de medidas fue acordado por la canciller Angela Merkel y los jefes de los 16 estados federados del país, y va un paso más allá en las limitaciones de movimientos, pues las restricciones adoptadas hasta la fecha no han conseguido frenar el incremento de los casos. Alemania, que pudo controlar con éxito la primera ola, ha visto estresado su sistema de salud con una segunda ola que ha aumentado dramáticamente también el número de fallecidos. Según el Instituto Robert Koch, el número de muertos registrados el martes fue de 1.019 personas y hubo 21.237 contagios. La rueda de prensa de Spahn fue convocada para poner fin a una campaña orquestada por el periódico Bild a la que se sumó el partido Socialdemócrata alemán (SPD), el socio de la coalición de gobierno. El Bild, el periódico más leído en Alemania, acusó al Ejecutivo de haber “contado demasiado con la Unión Europea” en la estrategia de vacunación y su suministro, y de privilegiar el producto de BioNTech-Pfizer en detrimento de otras vacunas. El lunes pasado el Bild desplegó su poderosa artillería en primera página con un titular que apuntaba directamente a la gestión de la canciller: “Así bloqueó Merkel la compra de vacunas”, y recordaba la iniciativa fracasada del ministro de Sanidad cuando quiso forjar una alianza con sus colegas de Francia, Italia y Países Bajos para pedir 400 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca. El martes, el periódico insinuaba que Merkel sería responsable de las futuras víctimas mortales, al publicar una carta firmada por los ministros de Sanidad de Alemania, Francia, Holanda e Italia en donde señalaban que desistían de obtener vacunas y dejaban en manos de la Comisión la compra y distribución de las vacunas, tal como lo había pedido la canciller alemana. La campaña del Bild en contra de Merkel convenció al SPD de hacer público un cuestionamiento que encerraba otro mensaje venenoso en contra del ministro y también en contra de la canciller. El vicecanciller y candidato socialdemócrata, Olaf Scholz, transmitió al ministro de Sanidad una lista de preguntas sobre la estrategia de vacunación. ”¿Por qué la Comisión Europea encargó por adelantado tan pocas dosis de vacunas? Y ¿por qué Alemania no encargó algunas partes de las dosis no reclamadas por la UE?”, se preguntaba en particular Scholz en su mensaje, que fue revelado por Bild. Spahn reaccionó bruscamente al movimiento del socio de coalición en un programa de noticias de la mañana de la cadena pública de televisión, ARD. “En esta fase realmente difícil de la pandemia, creo que los ciudadanos esperan con razón la unidad y la determinación de su gobierno”. (Reuters)