Ampliar
Valéry Giscard d'Estaing - o VGE, como se le apodaba - fue elegido en 1974 presidente de la república. Fue en la época el presidente más joven. Falleció de covid este miércoles 2 de diciembre a los 94 años.
A lo largo de su carrera política, Giscard tenía fuertes convicciones europeas. Su último trabajo fue entorno a la Convención sobre el Futuro de Europa entre 2002 y 2003: había sido elegido para presidir los debates.
Durante estos dieciséis meses de discusiones, Valéry Giscard d'Estaing hizo todo lo posible para dejar su huella, sentado detrás de una tortuga de porcelana colocada allí para simbolizar, según él, su tenacidad. La Convención dio lugar al Tratado Constitucional Europeo (TCE). Este tratado fue rechazado en los referendos de Francia y los Países Bajos en 2005.
Con el tratado fracasó lo que debía haber sido la obra maestra europea de Valéry Giscard d'Estaing. Pero lo recuerdan por su compromiso con la construcción de una Europa él imaginaba siendo federal.
Este compromiso europeo se reflejó en su cercanía con el Canciller alemán Helmut Schmidt. Los dos hombres permanecieron unidos mucho tiempo después del fin de sus mandatos.
"Establecieron verdaderamente a la pareja franco-alemana como la fuerza motriz de Europa", explica el corresponsal de RFI en Berlín, Pascal Thibaut.
Ambos hombres fueron marcados por las dos Guerras Mundiales. VGE nació el 2 febrero de 1926 en Coblenza, donde su padre fue asignado durante la ocupación francesa de Renania. Schmidt y Giscard lucharon en la Segunda Guerra Mundial y los unió la reconciliación franco-alemana.
Las decisiones de VGE aún son visibles hoy, como la entrada de Grecia en la Comunidad Económica Europea, la elección de los diputados por sufragio universal, la creación del Consejo de Jefes de Estado y luego del Sistema Monetario Europeo, que abrió el camino a la creación del euro.
Al volverse presidente en 1974, la ambición del presidente Giscard d'Estaing era marcar el comienzo de "una nueva era en la política francesa". Al principio, con ministros cada vez más jóvenes, cumplió su promesa de cierta manera.
Introdujo el divorcio por consentimiento mutuo y la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Giscard adaptó la sociedad y la legislación francesas a los cambios que se estaban dando.
Pero su mandato también significó el endurecimiento de leyes migratorias. Debilitada por dos crisis del petróleo, la economía sufrió un duro golpe y Francia se sumió en un desempleo masivo: 1 millón de personas a finales de 1975 y 1,5 a finales de 1980, mientras la inflación aumentaba.
Recuerdan también a Giscard d'Estaing por haber sido acusado de recibir piedras preciosas de Bokassa I, emperador de la República Centroafricana, por un valor de un millón de francos. Posteriormente, el valor de los diamantes, que fueron dados a organizaciones benéficas, fue reevaluado, pero el daño ya estaba hecho. El presidente pierde su reelección ante François Mitterrand en 1981.
Autor de numerosas obras que van desde la ficción histórica hasta la novela romántica, Giscard evocaba fácilmente su admiración por Guy de Maupassant. En 2013, se declaró a favor del matrimonio igualitario. Desde lejos, le gustaba destilar algunos comentarios sobre los acontecimientos actuales.
Durante el mandato de François Hollande, comentó con el ex presidente su propia muerte. "No quiero ninguna ceremonia oficial, ningún tributo del Estado", dijo. (RFI)