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Más de 7 de cada 10 alemanes se dicen satisfechos del manejo de la pandemia por parte de Merkel. Sin embargo, hace apenas un año, la canciller de Alemania parecía en el crepúsculo de su vida política.
En 2019, la juventud alemana la desafió durante nueve largos meses de protestas en las calles. Miles de liceístas y estudiantes manifestaron cada viernes para exigir una política medioambiental más ambiciosa
Poco después, las imágenes de las espectaculares crisis de temblores de Merkel le dieron la vuelta al mundo, sembrando la duda sobre su capacidad para mantenerse en el cargo y terminar su cuarto mandato.
Sin embargo, en 2020 y en medio de la pandemia por el coronavirus, Angela Merkel es vista como una de las líderes políticas más influyentes y populares en el mundo. La jugada que la puso nuevamente en el ruedo ha sido su política de lucha contra el coronavirus en Alemania, al punto que algunos reclaman un quinto mandato, algo que Merkel ha descartado categóricamente.
Frente a la covid-19, catalogada por la propia Merkel como “el desafío más grande” de Alemania desde la Segunda Guerra Mundial, la canciller ha tenido una trayectoria impecable. En esta crisis, su formación de científica ha sido fundamental para entender la gravedad de la situación y la peligrosidad del virus. Pero además, la canciller ha tomado posturas y explicado su política con pedagogía y raciocinio, cuando otros líderes en Europa multiplicaban los discursos contradictorios o se mostraban superados por la situación.
Alemania ha registrado menos casos de contagio y de muerte por covid que sus vecinos europeos, a pesar de una segunda ola en otoño mucho más virulenta que la primera y de las duras negociaciones en algunas regiones. Hasta noviembre, solo 13.630 personas murieron por el nuevo coronavirus en Alemania, contra más de 42.000 en Francia o 40.000 en España.
En 15 años, Angela Merkel ha asumido posturas polémicas, entre ellas su decisión, en 2015, de abrir las fronteras de su país a cientos de miles de solicitantes de asilo sirios e iraquíes, sin consultar a sus socios europeos. Medida que justificó evocando sus “valores cristianos” y su deseo de que Alemania diera el ejemplo luego de ser el país responsable del Holocausto.
Durante sus cuatro mandatos, Merkel ha estrechado la mano de un sinfín de líderes políticos, negociado con figuras tan disímiles como Barack Obama o Donald Trump, y erigido como una de las mujeres más influyentes del mundo.
El 18 de septiembre de 2005, cuando logró su victoria electoral frente al veterano Gerhard Schroder, pocos hubieran imaginado que aquella mujer sin carisma iba a marcar tan profundamente la historia política de su país y la diplomacia internacional. 15 años después, “Mutti”, como la llaman afectuosamente los alemanes, es toda una institución. En 2021, Merkel llegará al término de su mandato, tras lo cual se retirará de toda actividad política. (RFI)