Estas construcciones ponen fin a un periodo de 8 meses sin nuevos permisos de construcción en Cisjordania. Auspiciado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Israel, los Emiratos Árabes Unidos y Baréin anunciaron ese pacto de normalización a mediados de septiembre, un hito desde que el Israel estableció relaciones diplomáticas con Egipto en 1979 y con Jordania en 1994. En este marco de normalización de las relaciones, las monarquías del Golfo aseguraron que Israel se comprometió a suspender sus proyectos de anexión de territorios palestinos, una concesión que fue celebrada por algunos gobiernos europeos y árabes como un impulso para la paz. Sin embargo, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu declaró que la anexión de territorios de Cisjordania había sido simplemente "aplazada" y que Israel no "renunciaba" a continuar la expansión. Los palestinos ven estos acuerdos diplomáticos entre Israel y los dos países árabes como una "traición" porque no se ha esperado a la resolución del conflicto entre ellos e Israel para normalizar sus relaciones, un punto considerado en el pasado como la condición sine qua non para entablar conversaciones con el Estado israelí. Esta política de construcción de nuevas viviendas "va a conducir a la región al borde del precipicio", deploró en un comunicado Nabil Abu Rudeina, portavoz del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas. El presidente estadounidense presentó a finales de enero su plan para Oriente Próximo que prevé en concreto la anexión del valle del Jordán (el 30% de la superficie de Cisjordania) por parte de Israel, así como la creación de un Estado palestino en un territorio recortado. Para la comunidad internacional, el establecimiento de estas colonias judías en territorios ocupados son contrarias al derecho internacional y un obstáculo para la solución de dos Estados, uno israelí y otro palestino que convivan con fronteras estables. La administración Trump decidió en noviembre de 2019 que los asentimientos sí se ajustaban al derecho internacional. Más de 450.000 israelíes viven en las colonias de Cisjordania. El ritmo de construcción de casas en los territorios ocupados se aceleró en estos últimos años, bajo el impulso de Netanyahu, sobre todo desde que Donald Trump llegó a la presidencia de Estados Unidos. La construcción de 2.000 nuevos alojamientos tiene que ser aprobada el jueves, dijo la organización israelí anticolonización "Paz ahora". Para "Paz ahora", la decisión del primer ministro Netanyahu es una ocasión perdida para construir la paz y envía "un mensaje a la comunidad internacional que supone (...) el abandono de la solución de dos Estados", afirmó la organización. "En lugar de aprovechar los acuerdos con los países del Golfo para promover la paz con los palestinos, desvía las prioridades de Israel para satisfacer a una minoría marginal", de su electorado tradicional y nacionalista, afirmó la ONG. Según "Paz ahora", se van a construir 560 nuevos alojamientos en la colonia Har Gilo, situada entre Jerusalén y Belén, y se van a legalizar retroactivamente varias colonias creadas sin autorización oficial del gobierno. Estos nuevos asentamientos cuentan con la aprobación del líder del partido centrista Azul y Blanco, Benny Gantz, antiguo contrincante de Netanyahu y hoy en día, su ministro de Defensa, indicó "Paz ahora". (AFP)