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En los dos últimos años, los carteles del narcotráfico han prosperado y aumentado sus ganancias hasta convertirse en una de las principales amenazas de lavado de dinero en México debido a que han diversificado sus actividades delictivas.
De acuerdo con un informe hecho público este lunes por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) del gobierno mexicano, los carteles mexicanos tuvieron ganancias de casi 47,000 millones de dólares en dos años.
Santiago Nieto, titular de la dependencia, dijo que los flujos financieros ilícitos han registrado un notable aumento, por lo que desde diciembre de 2018 (cuando comenzó la administración de López Obrador), se han bloqueado 25,337 cuentas a 3,627 personas.
Sin embargo, pese al rastreo y bloqueo de estas cuentas, las actividades ilícitas del narcotráfico siguen en aumento. De acuerdo con el reporte publicado este lunes y otros informes que analizan el comportamiento de las organizaciones delictivas en México, estas son las razones que los han impulsado:
México no cuenta con una metodología para medir el volumen exacto de recursos ilícitos generados. Sin embargo, de acuerdo con el monto de recursos bloqueados y los montos que se han denunciado por la UIF en delitos como delincuencia organizada, el gobierno estima que entre 2016 y 2018 las ganancias de los grupos delictivos sumaron un billón de pesos ($47,000 millones)
De acuerdo con el libro Narconomics, publicado en 2016, el valor del negocio del tráfico de drogas a nivel mundial es de 300,000 millones de dólares, lo que ha convertido al narco en el negocio criminal más rentable.
El pasado viernes, la Secretaría de la Defensa Nacional Sedena dijo en un informe que drogas como el fentanilo han crecido porque además de ser sumamente adictiva, requiere de una mínima inversión y hay altas ganancias en comparación con otras drogas. Además, es fácil de ocultar.
El titular de la dependencia Luis Cresencio Sandoval mencionó que el costo por kilogramo de fentanilo es de aproximadamente de 400,000 dólares (8.3 millones de pesos).
De acuerdo con el reporte elaborado por la UIF en México hay 19 organizaciones criminales que lavan dinero dentro del sistema financiero de México y de otros países, de los cuales dos carteles son internacionales: el Cartel de Jalisco Nueva Generación y el Cartel de Sinaloa.
Además, según el documento Evaluación Nacional de Amenaza de Drogas, del Departamento de Justicia de Estados Unidos, que fue publicado en febrero de 2020, los carteles de la droga han empezando a utilizar monedas virtuales, como el bitcoin, para lavar el dinero producto de sus ganancias ilícitas a través de transacciones en la dark web.
Para la DEA, el uso de criptomonedas es el método de lavado del siglo XXI luego de que se han vuelto más convencionales y accesibles para la población en general.
Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera señaló que en el sexenio anterior crecieron 8 organizaciones de carácter regional: el Cartel de la Unión Tepito y Tláhuac en la Ciudad de México; Los Viagra en Michoacán; Cartel de Noreste en Tamaulipas; el Cartel Independiente de Acapulco, Los Rojos y Guerreros Unidos en Guerrero.
Además, autoridades locales han alertado sobre la alianza entre carteles, que podrían fortalecerlos. Un ejemplo de ello es Juan Miguel Alcantara Soria, exprocurador de Justicia del estado de Guanajuato, quien justo este lunes alertó sobre posibles alianzas entre el Cartel de Sinaloa y el Cartel Santa Rosa de Lima.
De acuerdo con Nieto, la persecución originada por el seguimiento de sus estructuras financieras obligó a los carteles a modificar sus patrones delictivos y cambiaron a la trata de personas, la extorsión y el secuestro como modos de operación.
En el caso del Cartel de Santa Rosa de Lima pasaron del robo de hidrocarburos y el tráfico de drogas a secuestro y extorsión.
Una situación similar sucede en a frontera entre México y EEUU, donde organizaciones como Médicos Sin Fronteras han documentado decenas de secuestros y extorsiones a migrantes centroamericanos. Según el reporte Sin Salida: La crisis humanitaria de la población migrante y solicitante de asilo atrapada entre Estados Unidos, México y el Triángulo Norte de Centroamérica, en Tamaulipas se han documentado casos en los que personas que han sido devueltas bajo el Protocolo de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés) son obligadas a trabajar para bandas criminales.
Según con registros de MSF, 33 de las 44 personas a las que brindaron atención mental en octubre de 2019 dijeron haber sido secuestradas. Una estadística sin precedentes en seis años de labor de la organización en México. (AP)