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Los aficionados al gimnasio pueden frustrarse cuando no ven los resultados del levantamiento de pesas de inmediato, pero sus esfuerzos no son en vano: las primeras semanas de entrenamiento fortalecen al sistema nervioso (concretamente el tracto reticuloespinal), más que a los músculos. Así lo demuestra un estudio llevado a cabo por Isabel S Glover y Stuart N Baker, ambos de la Universidad de Newcastle en el Reino Unido.
El cerebro orquesta el movimiento a través de dos grandes “autopistas” neurales que descienden a la médula espinal: el tracto corticoespinal y el tracto reticuloespinal.
Se cree que al ejecutar un movimiento el tracto corticoespinal es la vía dominante, mientras que el tracto reticuloespinal solo controla la postura.
Sin embargo, el tracto corticoespinal no cambia durante el entrenamiento de fuerza, por lo que el fortalecimiento del sistema nervioso debe provenir del tracto reticuloespinal, más primitivo.
Glover y Baker enseñaron a unos monos a tirar de un asa con peso usando un brazo, con el peso aumentando gradualmente a lo largo de doce semanas.
Cada día, los científicos estimularon la corteza motora y los dos tractos motores, midiendo la actividad eléctrica resultante en los músculos del brazo.
En el transcurso del régimen de entrenamiento, la respuesta eléctrica de la estimulación de la corteza y del tracto reticuloespinal aumentó, lo que es una señal de una señalización más fuerte.
Después de tres meses más de entrenamiento de fuerza, la estimulación del tracto reticuloespinal provocó una mayor respuesta en el lado de la médula espinal conectado al brazo entrenado.
En definitiva, todo apunta a que las señales de salida del tracto reticuloespinal se vuelven más potentes durante el entrenamiento con pesas y ese parece ser el motivo del fortalecimiento del sistema nervioso. (NCyT)