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Cuando la diversidad y hasta contradicción frontal de propuestas entre las distintas alas del Frente de Todos ya eran una constante en el ámbito energético, el acercamiento de un hombre de Aranguren terminó de sacudir esta interna.
La sorpresa comenzó con la participación de David Tezanos -ex interventor del Enargas durante los primeros años de la era Macri y asociado a la consultora de Aranguren Energy Consilium- en una charla sobre Vaca Muerta que organizó Flacso, casa de estudios muy vinculada al kirchnerismo.
Allí compartió panel con Nicolás Arceo, el referente de Axel Kicillof en la materia que jugó un rol clave en la YPF que presidió Migual Galuccio. Llamativamente, ambos especialistas mostraron varias coincidencias en un plan de promoción a las exportaciones de gas que fue rápidamente cuestionado por el sector más cercano a la ex presidenta Cristina Kirchner. De hecho, en el peronismo ya se están preguntando si se trata de un primer paso previo a un garrochazo a las filas de Alberto.
"Tezanos afirmó que Vaca Muerta sólo puede desarrollarse a partir de las exportaciones de gas y que le es indistinto que una eventual planta de GNL se ubique en Chile o en la Argentina. También señaló que, para ingresar al mercado internacional del gas licuado, el abastecimiento interno residencial en los meses invernales debe pasar a segundo plano. Este razonamiento no sólo es técnicamente erróneo, no sólo es violatorio de nuestras leyes como del fallo de la Corte Suprema de 2016, sino que es lisa y llanamente el modelo del granero del mundo para Vaca Muerta", aseguró a este medio Federico Bernal, el director del Oetec que asesora al bloque de Senadores del FPV-PJ.
"Lo que Vaca Muerta necesita es asegurarle demanda de forma urgente y sostenible en el tiempo. Y la mejor manera de hacerlo es combinando demanda interna, demanda regional y demanda externa a través de su industrialización con una revolución en el sector de la petroquímica y la química, emulando lo acontecido en Estados Unidos", agregó.
Si bien Bernal evitó referirse a Arceo por su conocida cercanía con Kicillof, las críticas claramente lo interpelan. Sucede que ex vicepresidente de administración y finanzas de YPF sostuvo en dicho encuentro que "el crecimiento de la producción gasífera en Argentina necesariamente deberá estar asociado a la instalación de terminales de licuefacción para exportación", algo que no despierta el consenso del conjunto de la fuerza.
Al igual que Bernal, el ministro de Energía de Misiones Sergio Lanziani que es habitual fuente de consulta de Alberto, también considera que la prioridad deberá ser el abastecimiento del mercado interno y la ampliación del servicio de gas a los argentinos que hoy no están conectados.
A su vez, presionan por una reducción de tarifas como herramienta expansiva del conjunto de la economía y como instrumento de competitividad del sector industrial. En ese sentido, creen que una liberalización absoluta de las ventas externas provocará que toda la cadena interna tome los precios del mercado internacional. Es por eso que algunos tildan de "lobbistas de las empresas" a los promotores de las exportaciones.
En contraposición, otros pesos pesados del albertismo en el debate energético como Guillermo Nielsen y Matías Kulfas, trabajan en un régimen tributario especial con el objetivo de llegar a exportar el equivalente a 40.000 millones de dólares anuales para 2023, cifra calificada de "desopilante" por los mercado internistas.(LPO)