Es el cuarto DNU que firma el mandatario desde que el Frente de Todos se impuso en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 11 de agosto último y se produjo una fuerte suba del precio del dólar y el riesgo país. ¿Qué pasó con cada Presidente y los DNU? ¿Qué puede pasar con estos decretos? Con los 61 que dictó en estos casi cuatro años de Presidencia, Macri lleva un promedio de 16,4 DNU por año. Es un promedio más alto que el alcanzado durante los ocho años de gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, pero está lejos de ser el Presidente con más DNU en las últimas décadas (ver todos). Fernández de Kirchner dictó 78 DNU entre 2007 y 2015. Esto da un promedio de 9,7 decretos por año. Es la presidenta con promedio más bajo desde 1989 hasta la actualidad, período que cubre la base de datos del Sistema Argentino de Información Jurídica (SAIJ) del Ministerio de Justicia de la Nación. La ex mandataria tuvo mayoría en el Congreso en seis de los ocho años de su Presidencia (2007-2009 y 2011-2015), aunque en los dos años de paridad parlamentaria (2009-2011) emitió la misma o menos cantidad de DNU que cuando estuvo en mayoría. El ranking lo encabeza Adolfo Rodríguez Sáa, que en promedio dictó casi un DNU por día, pero sólo estuvo al frente del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) por una semana, a fines de 2001, durante la crisis que desencadenó en la renuncia de Fernando De la Rúa a la Presidencia. Pero sin contar esa excepción, Eduardo Duhalde, que asumió luego como presidente interino, es el presidente con más DNU desde 1989. Dictó 154, un promedio de 110 por año. El que le sigue en el ranking es Néstor Kirchner (2003-2007), que dictó 236 DNU, un promedio de 52,4 por año. El siguiente es De la Rúa (1999-2001), que hasta su renuncia dictó 59 DNU, lo que da 29,5 por año, y luego Carlos Menem(1989-1999), con 195 decretos, 18,7 por año. Luego de Menem se ubica Macri (16,4) y, finalmente, Fernández de Kirchner (9,7). Así como Macri aceleró el dictado de DNU en los últimos días, en medio de turbulencias económicas, también pasó lo mismo con otros gobiernos. Un informe sobre DNU elaborado por Alfonso Santiago, Enrique Veramendi, Santiago Castro Videla y Patricio D’Acunti, de la Universidad Austral, al referirse a la crisis económica de fines de 2001, señaló: “Ello podría explicar el hecho de que De la Rúa haya dictado sólo en los meses de noviembre y diciembre de 2001 un total de 13 DNU, Rodríguez Saá en sólo 8 días un total de 6 y Duhalde, durante el año 2002, un total de 106”. ¿Qué es un DNU? Un decreto de necesidad y urgencia es una norma dictada por el Ejecutivo, que en la práctica tiene carácter de ley y que, de acuerdo con la Constitución nacional, sólo puede ser dictado cuando no se puede seguir el procedimiento normal para la aprobación de una ley en el Congreso. Esto fue incorporado a la Constitución en la reforma de 1994 (aunque ya se usaba antes) y le permite a un Presidente dictar “leyes” sin la necesidad de contar con la mayoría legislativa necesaria. Está prohibido su uso en materia penal, electoral y tributaria. ¿Tienen los decretos algún tipo de control? Sí. Cada vez que el Presidente emite un DNU, el Jefe de Gabinete debe enviarlo a la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, que funciona desde 2006 en el ámbito del Congreso nacional y la componen miembros de las dos cámaras (ocho senadores y ocho diputados). Luego de que esta Comisión emita dictamen, el DNU debe ser tratado por el pleno de las dos cámaras. Mientras se lleva a cabo este proceso, el decreto está vigente. Para que deje de tener vigencia y sea derogado, el DNU debe ser rechazado por las dos cámaras legislativas. Si sólo una de ellas lo aprueba, el decreto es válido, al igual que si no es tratado por alguna. El Congreso no puedo hacer modificaciones al DNU dictado por el Ejecutivo, sólo puede aceptarlo o rechazarlo. Así lo establece la Ley 26.122, vigente desde 2006, que regula los DNU. Esta norma fue criticada por diversos constitucionalistas, como Andrés Gil Domínguez, que consideran que es inconstitucional. El abogado Gustavo Arballo, autor del blog Saber Derecho, explicó en este post los problemas del proceso para anular un DNU: “La ley 26.122 resuelve el tema manteniendo la vigencia del DNU en cuestión, lo cual lleva a la siguiente y paradójica conclusión: yendo “por derecha” necesitás mayoría de las dos cámaras, pero recurriendo a la vía que la Constitución imaginó “excepcional”, necesitás ganar sólo en una. Mi idea es que la ley es inconstitucional en ese punto, y que un solo rechazo implica que el DNU debe caer”. Hasta el momento, la Corte Suprema declaró la inconstitucionalidad de algunos DNU, como en el caso “Consumidores Argentinos”, pero no de la ley que los regula. El mismo informe de la Universidad Austral, que critica el funcionamiento de la Comisión Bicameral y los requisitos para derogar un DNU, señala que “es innegable que la entrada en vigencia de la ley” que regula los DNU y la puesta en funcionamiento del control parlamentario, “parece haber colaborado a que se produzca una reducción sustancial” en el uso de los DNU. “En un sentido inverso a lo que dicta la Constitución, que los establece como excepcionales, los DNU son usados regularmente por el Presidente para legislar en todas las materias no vedadas por la Constitución”, explicó a Chequeado el politólogo Andy Tow. Y agregó: “Es decir, que todo lo que no requiera sí o sí una ley puede hacerse por DNU, y esta es una vía probable se tenga o no se tenga mayoría en el Congreso. Si se tiene mayoría, el Congreso lo ratificará o no le pondrá impedimentos, si no se tiene mayoría, basta que una cámara no lo rechace para seguir en vigencia, y si asomara un probable rechazo, siempre quedará mandar un proyecto de ley con un contenido similar”. En los próximos días, la Comisión recibirá el DNU firmado por Macri y sus ministros que impuso restricciones en el mercado de cambios. Pero no sólo eso: hace menos de tres semanas se dictó un DNU que congeló el precio de los combustibles y dos semanas más tarde Macri emitió otro que modificó ese DNU y flexibilizó el congelamiento. Además, a través de un decreto de necesidad y urgencia se dispuso la semana última una renegociación de los plazos de la deuda pública, aunque en el mismo decreto se aclaró que se le daría intervención al Congreso. (Chequeado)