El juez Denis McDonald de la Alta Corte de Dublín consideró que la huelga debía ser "impedida" dando satisfacción a Ryanair, que había iniciado una acción judicial para bloquear el paro. La aerolínea de bajo coste irlandesa defendió durante la audiencia que no se podía llevar a cabo una huelga antes de que finalizase el procedimiento de mediación, considerando que la votación del sindicato Forsa a favor del paro fue precipitada y sin exigencias precisas. El sindicato irlandés preveía esta acción el jueves y viernes para protestar contra las condiciones salariales de los pilotos. Ryanair se congratuló inmediatamente del fallo judicial que, según la compañía, impide que "una minoría de pilotos irlandeses se declare en huelga". La aerolínea agregó que todos los vuelos con origen en los aeropuertos irlandeses tendrán lugar con normalidad. La compañía pidió además a los pilotos irlandeses, "muy bien pagados" según ella, que vuelvan a la mesa de negociación en el marco del procedimiento de mediación. Ryanair estaba también bajo la amenaza de otra serie de huelgas de pilotos miembros del sindicato Balpa en el Reino Unido, en reivindicación por sus salarios, jubilaciones y prestaciones de maternidad. Y también había interpuesto una acción judicial para intentar impedirla. Sin embargo, el miércoles por la tarde, la Alta Corte de Londres autorizó a los pilotos británicos a realizar el paro el jueves y viernes de esta semana. No obstante, anunció Ryanair, los vuelos podrán llevarse a cabo "gracias al excelente trabajo y a la buena voluntad de la gran mayoría de pilotos basados en el Reino Unido". "No esperamos perturbaciones mayores el jueves o el viernes, aunque no se puedan excluir ligeros retrasos o cambios de vuelos", agregó la aerolínea. La compañía se enfrenta por otra parte desde el miércoles y durante cinco días a una huelga de su personal de cabina en Portugal, que solo provoca ligeros retrasos tras la aplicación de un servicio mínimo decretado por el gobierno de Lisboa. También en España podría tener lugar un paro de diez días en septiembre por parte del personal de cabina para protestar contra el cierre previsto de bases aeroportuarias. (AFP)