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Destacó que el Gobierno se mantendrá en la senda del ajuste fiscal que lo llevó a perder en las PASO y demostró que por ahora no existe espacio para más medidas de alivio.
Anunció un nuevo superávit primario, con un ajuste de 18% real en la obra pública, durante julio. Evitó, sin embargo, referirse al empeoramiento del déficit total, que fue de 24,8%, por una carga de intereses que trepó 70,8% interanual y que se disparará en adelante por la devaluación post PASO. Y repitió una palabra que se viene escuchando con fuerza en los despachos oficiales y que también apareció en su apunte filtrado: la posibilidad de entregar un legado. Es decir, la apuesta de llegar a diciembre con las variables macro ordenadas.
En julio Hacienda ajustó obra pública y logró un superávit primario de $4.293 millones
La conferencia de prensa de Lacunza no tuvo anuncios de nuevas medidas. El ministro se hizo eco de los rumores de incumplimiento con el FMI, tras una semana en la que el Gobierno ofreció algunos sacrificios fiscales sin que el Fondo saliera a apoyarlos. Así fue que ayer el nuevo titular de Hacienda remarcó que el ajuste seguirá su camino hasta cerrar el año con un rojo primario de 0,5%. A la hora de elegir entre nuevos alivios que busquen el milagro en octubre y mantener el apoyo del FMI, cuyo próximo desembolso por US$5.400 millones se espera para septiembre, eligió la segunda.
Lacunza afirmó: "El Presidente me dio un mandato central que subordina a los demás objetivos, que es garantizar la tranquilidad del tipo de cambio en el período electoral. El BCRA usará todas las herramientas necesarias para evitar la volatilidad. Por supuesto que nada de eso será posible si no hay una política fiscal consistente con ese programa monetario. El remo fiscal y el monetario deben impulsar el bote. Para legar a buen puerto nuestra contribución es garantizar el cumplimiento de las pautas fiscales con el Fondo. Hablé con las autoridades del FMI y quedamos en que en los próximos días harán la visita de revisión de las metas".
Para el director socio de Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño Gómez, "no hubo sorpresas" en el discurso de Lacunza. Dio su opinión a BAE Negocios: "Se buscó despejar incertidumbres de corto plazo y se reafirmaron las metas fiscales. No lo dijo, pero quedó claro que no hay margen para muchas más medidas de alivio como las de la semana pasada, al menos por ahora. Ergo, no hubo ningún cambio de esquema, régimen, rotura de acuerdo o cosa parecida, como algunos alentaron. El mercado parece que lo tomó bien aunque es un paso a paso esto. El 2020 sigue siendo un gran signo de pregunta, con mucha incertidumbre".
Tras una semana de sacrificios fiscales, el Gobierno pisó el freno y ratificó el ajuste
Una palabra se viene repitiendo en el oficialismo desde la derrota oficial en las PASO: legado. "Podemos ganar en octubre pero claramente también perder y ya estamos pensando en el legado, dejar en claro que estos cuatro años no fueron totalmente en vano", dijo un funcionario en off. El papel de Lacunza que se filtró el lunes dejaba entrever que si el Gobierno se va "por la ventana, no existe legado". Ayer el flamante ministro afirmó que el ajuste fiscal y el control de la volatilidad permitirá dejar "como legado una plataforma de crecimiento más robusta". (BAE)