El ministro turco de Relaciones Exteriores, Mevlut Cavusoglu, advirtió al gobierno sirio que "no juegue con fuego", al día siguiente de un ataque de la aviación siria contra un convoy turco en la región de Idlib, en el noroeste de Siria, donde Turquía instaló varios puestos de observación. "El régimen no debe jugar con fuego", declaró Cavusoglu en una conferencia de prensa. "Haremos todo lo que sea necesario para garantizar la seguridad de nuestros soldados y nuestros puestos de observación", agregó, sin más precisiones. El lunes, la tensión se acrecentó entre el régimen sirio y Ankara, tras la llegada de un convoy militar turco cerca de Jan Sheijun, un sector clave de la región de Idlib, que es objeto de una ofensiva por parte de Damasco. El régimen sirio acusó a Turquía de haber enviado "vehículos cargados con municiones" para apoyar a yihadistas y rebeldes, y hacer frente al avance del ejército sirio. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), oenegé que cuenta con una amplia red de fuentes informativas sobre el terreno, los bombardeos sirios y rusos se concretaron rápidamente para intentar evitar que este convoy continuase su camino, abatiendo a tres combatientes rebeldes. Inmediatamente, Turquía condenó "firmemente" este ataque. (afp, dpa)