Si la guerra comercial, la devaluación del yuan y el Brexit incierto que ya amenazaban a los mercados no eran suficiente, Italia ha dado la puntilla añadiendo más incertidumbre entre los inversores. Tras un par de días con algo de respiro, la aversión al riesgo volvió a adueñarse ayer de los mercados y las ventas dominaron. En Europa, el sentimiento de los parqués vino marcado por la crisis del gobierno italiano y la posible convocatoria de elecciones. Las primas de riesgo fueron termómetro de los miedos, con la italiana disparada y rozando los 240 puntos, casi treinta por encima del día anterior. La española escaló tres puntos a 85 unidades y la griega otros diez, a 273. El dato también se vio influenciado por la caída del rendimiento exigido por el Bund alemán, que fija las primas y sirve de valor refugio, rondando este viernes el -0,56%. La banca, con grandes cantidades de deuda pública en sus balances, sufrió el golpe. Las entidades italianas fueron las que peor se comportaron. BPM se desplomó el 9,12%, UBI el 8,42% y BPER el 7%. Entre las grandes, Unicredit se hundió el 5,13% e Intesa Sanpaolo el 3,63%. En España, la suerte fue similar. Bankia (-2,8%), CaixaBank (-2,5%), Bankinter y el Santander (-2,2%) registraron las mayores pérdidas. El BBVA cedió el 1,80% y Sabadell un 1,38%. En su conjunto, el Ibex 35 cedió un 1,25%. En diez sesiones la caída acumulada es de un 5%. En todo caso, no fue la peor europea, ya que Milán cayó el 2,48% por el lío político y el arrastre de la banca y Frankfurt el 1,28%. El Eurostoxx se movió por terrenos cercanos, con un 1,23% en rojo. Más tarde los retrocesos cruzaron el charco. En el caso de Estados Unidos, Donald Trump aportó su granito de arena a la incertidumbre reinante por la guerra comercial. Tras la devaluación del yuan, el presidente rechazó que el dólar vaya a entrar en una lucha de divisas, pero alejó cualquier pacto con China. “No estamos listos para cerrar un acuerdo”, dijo ayer a la prensa antes de irse de vacaciones. El veto a Huawei seguirá activo y también planteó que si las reuniones previstas para septiembre entre ambas partes se cancelan no sería un problema. Una vez más aprovechó para pedir a la Reserva Federal, a quien acusa de tener “esposada” la economía, una rebaja de tipos de hasta un punto, lo que reduciría el precio del dólar. “La tensión comercial no tiene visos de relajarse en el corto plazo y probablemente nos espere un mes de agosto cargado de incertidumbre en los mercados financieros mundiales”, analiza Álvaro Manteca, responsable de estrategias de inversión de Banca Privada BBVA. “Es bastante probable que la volatilidad se mantenga en cotas elevadas durante las próximas semanas”, abunda. En unos días de sobresaltos y vaivenes, los inversores cerraron la semana con más cifrasnegativas. Las exportaciones alemanas se contrajeron un 8% en julio en comparación al mismo mes del año anterior, su mayor caída en tres ejercicios por la incertidumbre de la guerra comercial, lo que hace ganar fuerza a la posibilidad de que el PIB se contraiga. Ya lo ha hecho el británico, con unas empresas que tienen que guiarse por un calendario incierto con el Brexit, que retrocedió un 0,2% intertrimestral entre abril y junio, su primera caída desde el 2012. Los mercados “están mostrando sensibilidad a cualquier acontecimiento nuevo”, apunta Eduardo Asenjo, analista de Investing. Más razones para buscar refugio en la renta fija. Una tendencia que ha provocado que los tipos negativos se hayan adueñado ya de 15 billones de dólares en deuda soberana a nivel global, según eToro. Es un 50% más que hace tres meses. (LVB)