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François de Rugy alegó ser alérgico al marisco. Pero pasará a la pequeña historia política como el ministro que fue derrotado por las langostas. El titular de la cartera de Transición Ecológica, flamante 'número dos' en el protocolo del gabinete de Edouard Philippe, ha dimitido este martes.
No se sabe si por las revelaciones sobre las cenas oficiales con marisco y vinos caros cuando presidía la Asamblea Nacional. O por los gastos en la reforma de su apartamento oficial. O por nuevas denuncias por venir.
Sobre las cenas, estaba en cuestión no sólo el menú o los vinos, desvelados por fotos en redes sociales, sino sus invitados. ¿Obedecían a criterios profesionales o eran amistades de su mujer, Séverine, periodista de la revista de corazón "Gala"?
Las reformas en el Hotel de Lassay, el palacete que sirve de residencia a los presidentes de la Cámara baja, sumaron 63.000 euros. Tras un encuentro de dos horas con el primer ministro el pasado jueves, Rugy se comprometió a devolver cualquier euro gastado impropiamente. Se pusieron en marcha dos investigaciones. Una deontológica en la Asamblea sobre las cenas. Y otra, contable, sobre las obras y dependiente de la administración del Estado.
El Ejecutivo, que respaldó al ministro ecologista al principio con palabras altisonantes, se había refugiado después tras las investigaciones. El presidente, Emmanuel Macron, había declarado el lunes desde Belgrado que había pedido al primer ministro que "aportara toda la claridad" sobre el caso ante de tomar decisiones sobre la base de los "hechos". "Si no, esto será la República de la delación".
Menos de 24 horas después, Rugy ha tirado la toalla: "Los ataques y el linchamiento mediático contra mi familia me llevan a dar un paso atrás necesario. Por tanto, presenté mi dimisión al primer ministro esta mañana", se lee en un comunicado. El dimisionario anuncia acciones judiciales contra Mediapart, sitio web que ha desvelado el caso. (EM)