Según el equipo del candidato, el INDEC informó en 1974 que el 4,4% de las personas estaban bajo la línea de la pobreza en el Gran Buenos Aires (GBA) y que en 2018 informó que hay 31,3% en la misma zona. Sin embargo, la comparación no es correcta. ¿Qué dicen los datos? En la Argentina la medición oficial de pobreza con datos más actuales es la que realiza el INDEC cada seis meses y en la que se mide la pobreza por ingresos. Es decir, son pobres los que ganan por debajo de cierto monto, el último dato de mayo de 2019 es de $ 9.818 para un adulto, que se considera lo necesario para cubrir una canasta de bienes y servicios básicos, como se explicó en esta nota. Agustín Arakaki, economista del Centro de Población, Empleo y Desarrollo (CEPED) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), afirmó que la serie oficial del INDEC empieza en mayo de 1988 y marca que el 29,8% de las personas del GBA estaban en la pobreza. “Hay algunos documentos de trabajo que publicó el INDEC con algunas estimaciones o ejercicios para el período previo, pero esos datos nunca fueron parte de la serie oficial”, aclaró. Según un estudio del CEPED, en 1974 la pobreza alcanzaba al 4,6% de hogares en el GBA. Para dicho año hay datos de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC por lo que, aunque no hay cifras oficiales del instituto sobre pobreza, el CEPED estimó este número (en el estudio no figura el dato de personas pobres, sólo el de hogares). Los últimos datos de 2018 muestran que el 23,2% de los hogares del GBA son pobres, mientras que el 31,3% de las personas de ese territorio son pobres -como dijo Lousteau-. Pero estos datos de 1974 y 2018 no son comparables. ¿Son comparables estas cifras? Daniel Schteingart, doctor en Sociología y profesor en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQui), explicó a Chequeado que cuando se retomó la medición de la pobreza en 2016, se dejó de utilizar la metodología empleada hasta 2006, cuando se intervino el INDEC. “La principal discrepancia entre el nuevo método de medir la pobreza y el viejo es que toman diferentes canastas de pobreza”, precisó Schteingart. Es decir, cambió la canasta de bienes y servicios con la que se mide quién es pobre y quién no. Arakaki sostuvo que “el INDEC nunca publicó un empalme oficial entre las distintas metodologías de estimación de pobreza por ingresos, con lo cual esos datos no serían comparables porque fueron estimados con metodologías distintas”. “Es prácticamente imposible determinar el nivel de pobreza de 1974 que sería comparable con el actual”, explicó a Chequeado Leopoldo Tornarolli, investigador del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas) de la Universidad Nacional de La Plata. Tornarolli, economista y especialista en el tema, sostuvo que “llevar hacia atrás la metodología actual (basada en los patrones de consumo actuales) pierde bastante sentido, ya que los patrones de consumo eran, como es obvio, muy diferentes en 1974”. En este sentido, destacó que “tampoco existe suficiente información como para poder determinar si la canasta que se usó en las estimaciones de 1974 es más o menos comparable con la que se utiliza en la actualidad”. O sea, la canasta de consumo cambia según la época. “¿Por qué los primeros cálculos se realizaron recién durante los años ochenta?”, se pregunta Arakaki en su trabajo, ya que la primera serie oficial comenzó en 1988. En dicho documento, el especialista afirma que tanto la literatura especializada como el propio INDEC sostienen la misma visión: que si bien no hay datos precisos, la pobreza aumentó desde mediados de los setenta, lo que obligó a los organismos oficiales a construir indicadores y datos. Algo similar aclaró Tornarolli. “Seguramente hoy la pobreza es bastante más alta que en 1974, pero no me atrevería a decir cuántas veces, es prácticamente imposible determinarlo”, sostuvo a Chequeado. (Chequeado)