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Salidas al cine, tardes en los fichines, paseos por la plaza y pijamadas con amigos. Históricamente, el receso escolar de invierno ofrecía solo este tipo de propuestas a los padres, cuya disponibilidad (y creatividad) para mantener a los chicos entretenidos muchas veces escasea.
Sin embargo, las generaciones del futuro parecen estar enfocando su atención en otros intereses: las nuevas colonias tecnológicas lograron posicionarse como una opción atractiva en la oferta de actividades invernales dirigidas a los chicos que desean incursionar y sumergirse en el mundo "tech".
No es para menos, la era de nativos digitales demanda cada vez más espacios para aquellos que prefieren pasar sus vacaciones aprendiendo a pilotear drones y desarrollar sus propios videojuegos antes que jugar a la búsqueda del tesoro o la mancha puente.
Las generaciones del futuro enfocan su atención en otros intereses
Estas modernas propuestas educativas incluyen cursos de programación y talleres de robótica, realidad virtual, impresión 3D y desarrollo de videojuegos dirigidos a chicos de 4 a 18 años. Centros tecnológicos, academias privadas y universidades ofrecen programas diarios, semanales o quincenales, cuyo objetivo es que los chicos aprendan jugando en un ambiente donde la creatividad va de la mano con la innovación.
con la innovación. “Las nuevas generaciones vienen mucho más interesadas en la tecnología, crecieron con ella y están acostumbrados a utilizarla. Hay que ofrecerle a esos chicos un espacio en el que puedan estar en contacto con sus intereses y desarrollarlos. Los primeros cursos surgieron del interés de los alumnos que teníamos durante el año, ellos querían continuar en el invierno. La idea es que aprendan y adquieran conocimientos en robótica y programación pero desde otro lado. Que los juegos sirvan como un disparador para despertar el interés en el área tecnológica”, explica Matías Scovotti, el director pedagógico de Educabot, una institución que ofrece talleres de verano para los niños que prefieren estar en contacto con la tecnología y no con las colonias más tradicionales, donde se la actividad física es prioridad.
Su propuesta está dirigida a chicos y chicas de 6 a 14 años y los cursos se dividen en dos grupos, los “makers kids” de 4 a 9 y los “makers juniors” de 10 a 16 años. En Tecnokids, las actividades están enfocadas a la programación y robótica pero además, incorporaron el diseño de objetos para imprimir en 3D, stopmotion, youtubers, creación de videojuegos, experimentos al aire libre y, el favorito de los niños, desarrollo y piloteo de drones.
Desarrollo y piloteo de drones. “Este es el cuarto año que hacemos la colonia de invierno. Decidimos incorporarla porque las familias de los alumnos nos lo pedían cuando se acercaba diciembre. La idea nos interesó y comenzamos a armar los cursos pero enfatizando más en lo lúdico y la diversión. Potenciamos su creatividad y el desarrollo cognitivo para que aprendan experimentando mientras se divierten y hacen amigos que comparten sus intereses”, cuenta Leandro Swietarski, el director de la institución que cuenta con sedes en Palermo, San Isidro y Nordelta, y a su vez, colabora con gigantes del rubro como Youtube, MIT (El Instituto Tecnológico de Massachusetts), Google y Lego.
Asimismo, el Departamento de Ingeniería Electrónica del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) organizó un ciclo de actividades de extensión en vacaciones de invierno para chicos y jóvenes, que brindará conocimientos básicos sobre robótica, programación Arduino, realidad virtual, Internet de las cosas (IOT) e ingeniería. “Este año lanzamos la Semana de la Tecnología Electrónica del 22 al 26 de julio, donde vamos a tener una serie de talleres interactivos para chicos de 6 a 18 años, con una duración de dos a tres horas, dependiendo del curso”, cuenta el dr. Miguel Aguirre, Director del Departamento de Ingeniería Electrónica y Eléctrica del ITBA.
Las actividades son gratuitas, con cupos limitados y requieren de una inscripción previa que se podrá realizar online, a partir del lunes 1° de julio.
La modalidad es quincena, semana o día, con jornadas de tres o cuatro horas
“Los talleres que ofrecemos son una forma para que los niños y adolescentes se acerquen e interactúen con la tecnología mediante actividades que los motiven”, afirma Aguirre. A su vez, también sirve como un semillero para el Instituto. “Al desarrollar una actividad lúdica-educativa se estimula su creatividad y sus capacidades potenciales, mientras se motivan las vocaciones por la tecnología”. Hay chicos que luego de realizar uno de los cursos terminan anotándose en alguna de las carreras que ofrecen, funcionan como prueba para ver si realmente les gusta. En este aspecto Aguirre afirma que “de los jóvenes que asisten a algún taller, hay quienes descubren que la tecnología es lo suyo, mientras que otros se acercan solo porque se los sugiere un familiar y finalmente se dan cuenta de que no les gustaba tanto. Ambos casos son muy comunes”.
Las jornadas
La modalidad de las colonias tecnológicas se reparte en quincenas, semanas o por día, con jornadas que duran entre 3 y 4 horas e incluyen un recreo para el desayuno o la merienda, dependiendo del turno elegido. “Decidimos trabajar en períodos cortos para mantener a los chicos interesados, motivados por aprender y que tengan ganas de volver. Tenemos nenes que se anotan en más de un curso o más de un turno”, comenta Scovotti y agrega “cada día los chicos trabajan en grupos o equipos. En Educabot promovemos el trabajo colaborativo, la distribución de roles, la organización, el liderazgo, todo lo que sean habilidades blandas. Cada curso tiene 18 alumnos y trabajamos con un docente por cada 6 chicos. Sin importar la actividad, siempre mantenemos esta proporción.”Hay turnos por la mañana y por la tarde, repartidos en 4 horas de duración.
En Tecnokids, en cambio, se trabaja con mini proyectos que los chicos desarrollan a lo largo de dos o tres encuentros. Para llevarlos a cabo se plantean pequeños desafíos a resolver en cada clase y de forma colaborativa, es decir, formando equipos con sus compañeros.
En Educabot las inscripciones están abiertas y aún quedan cupos disponibles. Sin embargo,trabajan por captar el interés de las nenas y adolescentes mujeres. En su caso, la proporción de niños y niñas es de un 80% contra un 20% de cupo femenino.
Distinto es el contexto de Tecnokids que, luego de realizar acciones y charlas en colegios, vieron como año tras año, las aulas comenzaron a equipararse un poco más. “El primer año de Tecnokids tuvimos entre un 10% y un 15% de alumnas mujeres, el segundo aumentó a un 20% y este último año ya llegó al 30- 32%. El crecimiento se debe a las medidas que encaramos para que las chicas se acerquen más. Hace un tiempo se nos ocurrió armar un curso exclusivo para mujeres, pero fueron ellas precisamente las que nos pidieron que fuera mixto. Eso nos ayudó a redirigir las acciones en colegios e instituciones educativas, no desde la segmentación sino para contarles a las nenas de qué se trata la propuesta y para que conozcan un poco más sobre las mujeres que trabajan en el área tecnológica y se destacan, para despertar su interés e incentivarlas”, explica Swietarski. (BAE)