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Su máximo rival, el secretario de Medio Ambiente Michael Gove ha bajado en las apuestas tras confesar que esnifó cocaína en su juventud, mientras que el tercero en discordia, Jeremy Hunt, se provocado cierta inquietud en el ala moderada del partido por ser partidario de restringir a la mitad (de 24 a 12 semanas) el tiempo máximo permitido para un aborto legal.
Por detrás viene un pelotón difuso de candidatos: de los partidarios del Brexit extremo (Esther McVey, Dominic Raab, Andrea Leadsom) a los moderados (Sajid Javid, Mark Harper, Matt Hancock) e incluso los defensores de un Brexit blando (Rory Stewart) y partidarios de un segundo referéndum (Sam Gyimah).
La primera "eliminatoria" entre los aspirantes se celebrará el 13 de junio. Los diputados conservadores votarán ese día por sus candidatos predilectos y los menos votados se irán cayendo. Habrá otras tres tandas hasta finales de mes, cuando los dos candidatos con mayor respaldo se erigirán en finalistas en una votación abierta a los 160.000 militantes conservadores.
Boris Johnson, 54 años, ha tomado la delantera y lleva más de tres semanas con los preparativos de su campaña en una mansión de Westminster. El ex alcalde de Londres está en contacto diario con su gurú electoral, el australiano Lynton Crosby. La batuta de su campaña la lleva el ex diputado James Wharton.
La ex relaciones públicas del Partido Conservador Carrie Symonds, su compañera sentimental que forzó su ruptura con su segunda esposa Marina, desempeña también un papel a la sombra en el lanzamiento del "nuevo Boris", más serio, menos hablador y menos propenso al gazapo. En su primera entrevista a The Sunday Times, Jonson ha reiterado que salir de la UE el 31 es de octubre es esencial para la "supervivencia" del Partido Conservador y ha advertido que piensa retener los 45.000 millones de la "factura" del Brexit para forzar un mejor acuerdo.
Boris se ha centrado hasta ahora en lograr apoyos tanto en el ala dura del partido (Jacob Rees Mogg, Owen Paterson) como la facción moderada (Johnny Mercer, Damian Collins). Johnson evitó salir en la foto con Donald Trump para eludir la vitola de líder "populista". A cambio, hizo simultáneamente un llamamiento "para volver a meter en su caja" al nacionalista Nigel Farage y un guiño a la facción moderada de su propio partido, "One Nation" .
La ministra de Trabajo y Pensiones Amber Rudd, el rostro más visible de One Nation, se ha desmarcado sin embargo de él y ha advertido que la llegada de Boris Johnson a Downing Street llevaría de cabeza al Gobierno a una moción de censura y a unas elecciones anticipadas. Rudd ha dado su apoyo a Jeremy Hunt, partidario en su día de la permanencia, pero subiendo enteros por su labor del último año como titular de Exteriores.
Jeremy Hunt puede despuntar como la alternativa final a Boris Johnson, tras el fiasco de Michael Gove en el arranque de la campaña. El secretario de Medio Ambiente tuvo que entonar durante el fin de semana un "mea culpa" ante las cámaras por las revelaciones en su biografía no autorizada A Man in Hurry (Un hombre con prisa), del periodista Owen Bennett, que narra sus devaneos con la cocaína en su etapa de periodista y denuncia su hipocresía escribiendo simultáneamente contra las drogas duras en The Times. Gove llegó a ser secretario de Justicia con David Cameron y fue conocido como el "Bruto" de la política británica tras frustrar la candidatura de Boris Johnson a los pocos días de la victoria del Brexit en las urnas, allanando el camino a Theresa May. (EM)