1. Crecimiento personal Pensarás que no puedes, pero la experiencia de vivir sola sacará a flote tus habilidades: mejor organización, mayor disfrute de los buenos momentos y mejor control de los malos. Te conocerás a ti misma en esos momentos de compañía con tu propio yo. 2. Menos responsabilidad Manteniendo el orden en casa, podrás limpiar cuando puedas, o cantar en la ducha sin incomodar. Harás lo que quieras, donde quieras y a la hora que quieras. 3. Vivir sin prejuicios Relacionado con lo anterior, al vivir sola no tendrás pena al invitar un amigo a casa, y que tus padres piensen que es tu novio. O podrás pasar el domingo en el sofá, sin pensar en los platos sucios. 4. Aprendes a apreciar más a tu familia y amigos Cuando estás sola, aprendes a valorar más a tus seres queridos. Y esto es bueno, porque los lazos se fortalecen cuando aprovechas el tiempo que puedas estar con ellos, así como el tiempo que pasas contigo misma. 5. Tu confianza aumenta Cuando notas que eres capaz de cuidarte sola, de cumplir con tus tareas y de disfrutar tu propia compañía, aumentará tu autoestima y tu confianza. Lo que influye también en tus relaciones interpersonales, evitando que te tomen de menos. ¿Ya ves que vivir sola no es tan malo? Descubrirás un montón de facetas positivas en ti, que te harán salir del capullo y disfrutar tu vida con plenitud.