El canciller de Alemania, Friedrich Merz, advirtió que Europa deberá prepararse para hacer frente a un posible debilitamiento en el compromiso de Estados Unidos con el Viejo Continente, de cara a las políticas arancelarias estadounidenses que entrarán en vigor el próximo 9 de julio, informa Reuters.

"Haré todo lo posible para mantener a Estados Unidos de nuestro lado. Pero también debemos prepararnos para el hecho de que, como mínimo, el compromiso estadounidense hacia Europa y en Europa disminuirá", afirmó, añadiendo que "nadie debe tener la menor duda" de la determinación europea.

Por otra parte, aseguró que existen dudas justificadas sobre si ambas partes seguirían compartiendo intereses comunes a largo plazo. En este sentido, instó a la Unión Europea a resolver lo antes posible el conflicto arancelario con el país norteamericano y proteger las industrias básicas como la automovilística, siderúrgica y farmacéutica. "Hay que llegar a un resultado rápido. Mejor rápido y sencillo que largo y complicado", aseveró.

Las declaraciones de Merz, se dan después de su intento por llegar a un acuerdo arancelario con EE.UU. antes de la fecha límite del 9 de julio, cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, elevará los aranceles hasta un 50 %, afectando a empresas europeas.

• En mayo, Trump amenazó con imponer aranceles a los productos procedentes de la Unión Europea a partir del 1 de junio. Sin embargo, tras una llamada entre el mandatario y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se acordó posponer la decisión hasta el próximo miércoles.
• La UE insiste en un acuerdo que elimine los aranceles a los productos industriales y promueva mayores compras europeas de algunos productos estadounidenses. Mientras, EE.UU. pretende reducir el déficit comercial en bienes con el bloque comunitario.
• A principios del mes pasado, Merz se reunió por primera vez con Trump, en medio de las preocupaciones sobre su política arancelaria. Sin embargo, se estima que pasó la mayor parte de la reunión de 40 minutos en silencio y el líder republicano no pareció tener mucho interés en cooperar con el político alemán.