El presidente argentino Javier Milei rechazó tajantemente las órdenes de arresto contra el premier israelí, Benjamin Netanyahu, y el exministro de Defensa, Yoav Gallant, dictadas por la Corte Penal Internacional, acusados de crímenes de guerra por el accionar del ejército en Gaza. Según Milei, lo dispuesto por el tribunal "es un acto que distorsiona el espíritu de la justicia internacional".
A través de sus redes sociales, el mandatario argentino publicó un comunicado en el que indica que "Israel enfrenta una agresión brutal, una toma de rehenes inhumana, y el lanzamiento indiscriminado de ataques contra su población. Criminalizar la defensa legítima de una nación mientras se omiten estas atrocidades es un acto que distorsiona el espíritu de la justicia internacional".
"La Argentina se solidariza con Israel, reafirma su derecho a proteger a su pueblo y exige la liberación inmediata de todos los rehenes. Hacemos un llamado a la comunidad internacional para condenar las acciones de Hamas y Hezbolá, defender la soberanía de Israel y actuar con justicia e imparcialidad en la búsqueda de una paz duradera en la región", concluye el texto.
No se trata del primer gesto contundente de la Administración Milei en favor del Gobierno de Netanyahu. Apenas semanas atrás, Argentina votó en contra de la resolución de Naciones Unidas (ONU) impulsada por Palestina para condenar el accionar de Tel Aviv en el territorio ocupado.
Días más tarde, Buenos Aires rechazó un proyecto de resolución de la Asamblea General de la ONU que recomendaba la incorporación de Medio Oriente a la lista de zonas libres de armas nucleares en el planeta. Los únicos votos en ese sentido fueron los de Argentina e Israel, contra una abrumadora mayoría de 172 países que apoyaron la moción.
"Esto deja en claro que hay un respaldo sin límites de Milei a Israel. Sin embargo, en esta ocasión esto tiene un componente adicional que es la crítica a una instancia clave como la Corte Penal Internacional: ningunear sus dictámenes preocupa mucho porque desnuda la calidad institucional de Argentina", dijo a Sputnik el analista internacional Juan Venturino.
"La Corte Penal Internacional es un organismo absolutamente independiente y, a la vez, el único garante de que los líderes globales no sean impunes. El comunicado del Gobierno podría dejar al país expuesto a situaciones de conflicto que, a priori, deberían resultarle ajenas y, sobre todo, distantes", afirmó el consultor.
La lectura del investigador halla matices entre los expertos. Consultado al respecto, el politólogo Julio Burdman consideró que: "si bien esta posición no es nueva, la crítica hacia la Corte resulta más compleja, dado que sus disposiciones suelen recibir comentarios en torno a la dilación de los tiempos para emitir fallos o por la ambigüedad de sus disposiciones, atada al Derecho Internacional".
La Corte Penal Internacional no fue la única instancia mundial en recibir una abierta crítica por parte del presidente argentino. En la propia cumbre del Grupo de los Veinte, Milei denunció que "a casi 70 años de haberse inaugurado este sistema de cooperación internacional, es hora de reconocer que este modelo está en crisis".
Sin embargo, Buenos Aires dio un paso más allá cuando decidió —en absoluta soledad— ir a contramano de la Asamblea de Naciones Unidas al votar contra una resolución que proponía reforzar la protección de derechos de los pueblos indígenas (moción apoyada por 168 países). Además, en la misma instancia Argentina fue el único país en oponerse a la resolución de la ONU que buscaba combatir la violencia contra las mujeres.
Según Venturino, "Argentina viene votando sistemáticamente contra el resto del mundo, en sensibles instancias de Naciones Unidas, y eso no hace más que expresar su profundo aislamiento". El analista precisó que "está claro que para la comunidad mundial Milei es una rara avis que rompe con los lineamientos generales de la política internacional argentina, profundamente diferente de la profesada por su presidente".
"El mundo es consciente de que esta es la posición de un Gobierno y no la del país: Argentina siempre ha profesado la neutralidad estratégica, por lo que el contraste frente a la postura de Milei es muy evidente", remarcó el investigador.
Para Burdman, en cambio, las controversiales expresiones de la administración libertaria forman parte de un movimiento estratégico para recibir el visto bueno del flamante presidente norteamericano electo. "En todas las instancias en las que votó sola, seguramente hubiera hallado respaldo de Trump", expresó. "Está claro que su apuesta tiene como objetivo hallar el respaldo de la Casa Blanca una vez que el republicano vuelva al poder", apuntó el politólogo.
"Milei representa una crítica a las Naciones Unidas en su totalidad, y sus votos pueden ser leídos casi como una forma de deslegitimación de esta instancia como instrumento eficiente para el diálogo internacional", destacó el experto.