"Hubo un fuerte ajuste en los ingresos de las personas, que determinó una caída importante del consumo en supermercados, autoservicios, negocios de cercanía, e hizo que estos lugares bajen sus precios. Además, se dio en un contexto donde el Gobierno utilizó el dólar como un ancla importante para tratar que los precios en pesos desaceleren", explicó en Cara o Ceca Ismael Bermúdez, economista.
Según Bermúdez, la apreciación del peso argentino provoca que los países del exterior sean más accesibles y eso perjudica los mercados turísticos locales.
"En dólares sí hubo una alta inflación en el país, a tal punto que los argentinos están yendo de manera muy numerosa a comprar a países limítrofes y hay altas reservas turísticas para este verano en Chile, Brasil o Europa, lugares que hace algunos meses no se podía acceder", comentó.
"A la hora de planificar las vacaciones, las personas están comparando el precio de los distintos centros turísticos de Argentina con los países limítrofes y ven que es más barato. Los propios argentinos detectaron que cuando hacen compras allí, les sale un 50% menos que si compran los mismos productos en Argentina", amplió.
En este contexto, Javier Milei visitó las oficinas de la fintech Ualá y volvió a destacar que "la recesión se terminó y de ahora en adelante lo que queda es crecimiento".
Sin embargo, el economista refutó este diagnóstico oficial.
"Es difícil hacer un pronóstico cuando todavía la economía argentina continúa en terapia", sentenció.