"En seis meses de gestión de Milei cerraron 10.000 empresas de menos de 500 trabajadores", sostuvo el presidente de la organización, Leo Bilanski.

Argentina contaba en diciembre de 2023 con 537.628 pymes, número que descendió a 527.000 a finales de junio, según corroboró la ENAC con información del Banco Central, de la Secretaría de Trabajo, de la Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).

"Cada pyme que cierra son 12 puestos de trabajo registrados privados menos en Argentina", observó Bilanski.

Entre 2015 y 2019, durante el Gobierno de Mauricio Macri, 25.000 pymes bajaron la persiana, y en el transcurso de la gestión de Alberto Fernández (2019-2023), clausuraron otras 6.544 pequeñas y medianas empresas. El cierre de pymes, que afecta sobre todo a los sectores de la construcción y el comercio, se debe a la recesión en la que se encuentra Argentina desde marzo, tras dos trimestres consecutivos de contracción económica, provocada para bajar la inflación.

"Estamos de acuerdo con bajar la inflación, pero antes de alcanzar niveles deseables del 2% o el 3%, el ministro de Economía, Luis Caputo, provoca una recesión por la caída del mercado interno que destruye pymes y genera despidos masivos", cuestionó el presidente de la ENAC.

En el caso particular de la construcción, "la recesión arrancó en diciembre, lo mismo que la industria, y el comercio fue alcanzado en el primer trimestre de este año", describió Bilanski. En el segundo trimestre le tocó el turno a los servicios, y así fueron alcanzados el 90% de los sectores económicos. En la actualidad, quedan en pie 519.095 pequeñas y medianas empresas, que representan el 98,5% de las compañías que tiene la nación sudamericana.

"La falta de prioridad de las pymes en la política pública es escandalosa, ya que somos el primer empleador en la Argentina y pagamos tantos impuestos como las grandes empresas", reprochó Bilanski.

La ENAC resaltó su preocupación sobre una legislación clave para el Ejecutivo para desregular la economía, la Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, sancionada el 24 de junio en el Congreso.

Esa normativa incluye un Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) "que incentiva las inversiones de empresas extranjeras, quitándoles impuestos y perjudicando al entramado empresarial nacional", criticó el titular de la asociación empresarial.

"De las 500 compañías más grandes del país, 302 son extranjeras, ¿cuánto más tenemos que beneficiar?", inquirió.

RIESGO POR DELANTE

La macroeconomía tampoco da los resultados esperados, ante la creciente brecha cambiaria que existe entre la cotización oficial del dólar y el cambio que se obtiene en circuitos informales, en un país que tiene restricciones que impiden la libre entrada y egreso de divisas extranjeras.

Con un riesgo país que superó los 1.500 puntos y la restricción de dólares, "se perjudica el frente de importaciones, se desordena la balanza comercial y las divisas disponibles para el pago de la deuda externa", manifestó Bilanski.

"Es obvio que el Gobierno debería devaluar el tipo de cambio oficial, sin embargo, la resistencia del ministro Caputo a hacerlo genera tensiones", indicó el presidente de la ENAC.

Esta institución advierte que "en tanto no haya un cambio de política hacia el mercado interno, lo más probable es que la recesión dure otros seis meses, llevándose 10.000 pymes más".

El inédito plan de ajuste para lograr superávit fiscal y reducir la inflación que lleva adelante el Gobierno de Milei generó una abrupta reducción del gasto público y a una licuación de los ingresos, con la consiguiente recesión.