Estados Unidos es el campeón absoluto en el número de sanciones impuestas a sus adversarios y rivales, con un tercio de todos los países de la Tierra sujetos a algún tipo de restricciones, reveló este 25 de julio un análisis titulado Cómo cuatro presidentes de EEUU desataron la guerra económica en todo el mundo.

Desde la década de 1990, las administraciones estadounidenses han hecho de las medidas punitivas y la guerra económica el principal instrumento de su política exterior, indica el estudio. Sin embargo, reconoce, cada vez hay más preocupaciones sobre su eficacia.

"En la actualidad, Estados Unidos impone tres veces más sanciones que cualquier otro país u organismo internacional, y se dirige a un tercio de todas las naciones con algún tipo de penalización económica a personas, propiedades u organizaciones. Se han convertido en un arma casi reflexiva en una guerra económica perpetua, y su uso excesivo es reconocido en los más altos niveles del gobierno. Pero los presidentes estadounidenses encuentran esta herramienta cada vez más irresistible", señala The Washington Post.

"Al aislar a sus destinatarios del sistema financiero occidental, las sanciones pueden aplastar industrias nacionales, borrar fortunas personales y alterar el equilibrio de poder político en regímenes problemáticos", asegura.

Sin embargo, acota, "a medida que han proliferado las sanciones, ha aumentado la preocupación por su impacto".

El medio norteamericano también afirma que los adversarios de Estados Unidos están intensificando sus esfuerzos para colaborar y eludir las sanciones económicas. Además, recuerda que este tipo de castigos provocaron que en Venezuela se desatara "una contracción económica aproximadamente tres veces mayor que la causada por la Gran Depresión en Estados Unidos".

"Algunos altos funcionarios de la administración han dicho directamente al presidente Biden que el uso excesivo de las sanciones corre el riesgo de hacer que la herramienta pierda valor", señala The Washington Post.

Además, prosigue el análisis, las sanciones impuestas durante décadas a Corea del Norte, no han logrado disuadir a Pyongyang de su empeño en fabricar armas nucleares y misiles balísticos intercontinentales.

Las sanciones de Estados Unidos a Nicaragua y Cuba han resultado completamente ineficaces para destituir a los respectivos Gobiernos de Daniel Ortega y Miguel Díaz-Canel (en su momento Fidel Castro), agrega el reporte.

Y aunque en la actualidad Washington impone "tres veces más sanciones que cualquier otro país u organismo internacional", el uso excesivo de tales medidas restrictivas es cada vez más reconocido en los más altos niveles del Gobierno estadounidense, según el análisis.

La Administración Biden nunca ha podido decir "no" a la tentación del poder de las sanciones y a la aparente facilidad de su aplicación, ya que los funcionarios del Departamento del Tesoro han tenido que dar carpetazo a sus borradores sobre la reestructuración del sistema de sanciones y dar paso a nuevas medidas económicamente asfixiantes, indica el estudio.

Además, apunta el análisis, las miles de sanciones han enriquecido a grupos de presión y exfuncionarios estadounidenses gracias a los miles de millones de dólares pagados por países extranjeros y oligarcas para ayudarles a navegar con seguridad por el cambiante entorno geopolítico y económico.

Solo entre febrero de 2022 y enero de 2024, Estados Unidos impuso sanciones a más de 16.000 personas, más de 9.000 empresas y más de 3.200 instituciones de Rusia, lo que convierte a esa nación en la más sancionada del mundo.